* Autoridades advierten que esta apreciación abre la puerta al futuro aumento en el consumo de sustancias.
* El alcohol y el tabaco registraron el consumo más bajo desde 2001, y el de drogas ilícitas se mantuvo estable respecto a 2005.
Por Cristián González y Paula Leighton, El Mercurio
En 2005 el 52% de los escolares de 8° básico a 4° medio creía que el consumo frecuente de marihuana involucra un gran riesgo. Dos años más tarde piensan lo mismo sólo el 39% de los encuestados.
Esta baja en la percepción del riesgo de la marihuana se repite en el caso de la cocaína, independiente de si se pregunta por el consumo ocasional o frecuente.
Así se desprende del 7° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile 2007, que dieron a conocer ayer autoridades de Conace y del Ministerio de Educación.
Según destacó el psiquiatra Mariano Montenegro, de Conace, si bien entre 2005 y 2007 el consumo de drogas como marihuana, cocaína, pasta base, anfetaminas y éxtasis se mantuvo estable, "la baja en la percepción de riesgo nos preocupa, porque implica una mayor probabilidad de aumentar el consumo de drogas ilícitas en el futuro". Por eso, advirtió, "tenemos que tomar una alerta mayor, en medios de comunicación y también tratando de incorporar programas obligatorios de prevención de drogas en los colegios", los que hasta ahora son voluntarios.
Derribar mitos
El problema es más patente en el caso de la marihuana, que el 15,7% de los escolares dijo haber consumido en el último año.
Las cifras son semejantes entre hombres (16,7%) y mujeres (14,8%) y entre colegios municipalizados (15,5%), subvencionados (15,8%) y particulares (16,4%).
"El consumo de marihuana afecta todos los indicadores escolares: rendimiento académico, asistencia, agresividad, relación con los padres y con los profesores. Para transmitir este mensaje tenemos que ser tanto o más duros de lo que hemos sido con el tabaco", enfatizó el subsecretario de Educación, Cristián Martínez.
Un estudio difundido hace unas semanas por investigadores de la Facultad de Medicina de la U. de Chile demostró que los estudiantes que fumaban marihuana cuatro o más veces al mes tienen un deterioro significativo en habilidades como concentración, atención, memoria y capacidad de planificar y organizar información.
Pese a ello, la marihuana sigue rodeada de mitos, destacó María Teresa Chadwick, secretaria ejecutiva de Conace. Entre éstos mencionó la errada idea de que probar marihuana no hace daño, como sostiene el 42% de los escolares y que la mayoría de los jóvenes la usa, cuando en realidad se sabe que el 84% de los encuestados no la ha usado.
"También se cree que no es adictiva, en circunstancias que el 30% de los pacientes que tenemos en tratamiento por drogas en convenio con Fonasa tienen como primera droga de consumo la marihuana", destacó. Montenegro agrega que "casi el 50% de los menores de 20 años en tratamiento lo están por consumo de marihuana".
Tabaco y alcohol
Pero el estudio de 2007 trae también buenas noticias.
El consumo de alcohol y de tabaco llegó a sus niveles más bajos desde 2001 entre los escolares. Mientras el máximo en el uso de alcohol se registró en 2005 con 44,2%, en 2007 cayó a 37,9%. En el caso del tabaco, el mayor consumo se registró en 2001, con 42,3%, mientras que el año pasado bajó a 35,4%. En ambas sustancias la baja se registra en hombres y mujeres, en todos los cursos y en todos los tipos de colegio.
Los expertos consideran "significativa" la baja en el consumo de cigarrillos, atribuyéndola a la ley del tabaco, que ha restringido su venta y publicidad. "Y también a que existe un consenso incluso entre los fumadores de que el tabaco hace mal", dijo Montenegro.
Respecto de la baja en el consumo de alcohol, ésta se atribuye a variables como las estrategias de prevención que el Conace ha comenzado a incorporar en algunos colegios y a la difusión del impacto que tienen los accidentes automovilísticos tanto en las víctimas como en sus familiares.
La disponibilidad de drogas en los colegios es mayor
Uno de los aspectos que más preocupa a los autores del estudio es que un mayor número de estudiantes reconoce que dentro de su colegio hay drogas: si la tendencia en las últimas tres encuestas era a la baja (con porcentajes en torno al 35%), ahora el 43% de los alumnos declara esa percepción.
Y lo mismo ocurre con quienes indican que en los alrededores del colegio también hay drogas (pasó de 41% en 2005 a 53% en 2007). La razón, en parte, está en que efectivamente hay una mayor oferta: el 20,4% de los alumnos declaró que le ofrecieron marihuana en los últimos 30 días, cifra superior al 16,6% de 2005. Este repunte se repite con otras drogas como pasta base (de 4,4% a 5,6%) y cocaína (de 3,9% a 4,9%).
"No hay que olvidar que se trata de uno de los mercados más potentes del mundo, junto con la pornografia y las armas", dice Mariano Montenegro, quien agrega que otra complicación pasa por quien ofrece la droga: hoy es más un amigo que un conocido. Así, la oferta de marihuana por parte de "un amigo" aumentó de 37,6% a 43,6% en los últimos dos años.
Casi un tercio (29%) de los alumnos declara haber visto a un alumno vendiendo o pasando droga en el colegio, una cifra mayor al 21% del estudio de 2005.
Asimismo, el 36% dice haber visto a algún alumno usando drogas en el colegio (27% en 2005). "La comunidad escolar debe estar atenta a cuáles son los estudiantes que tienen actitud de consumo y de distribución para intervenir".
Microtráfico
Junto con buscar que los programas para prevenir el consumo de drogas en escolares sean obligatorios, Cristián Martínez explica que Conace y el Mineduc han elaborado una guía de trabajo que se entregará a los colegios el segundo semestre de este año. "Esta guía incluye directrices sobre acciones a tomar si se detecta microtráfico, que van desde hacer la denuncia a las policías hasta conversar con el grupo que se vio afectado. Además se abordan acciones de contención, articular redes para proteger al colegio y hacer que éste sea un tema de trabajo regular en la comunidad escolar ". Según el estudio, la percepción de droga dentro del colegio es más alta en los municipalizados (51%) que en los subvencionados (37%) y los particulares (32%).
Padres más preocupados
La opinión de los expertos y los resultados de la encuesta coinciden: la actitud de los padres hacia el uso de alcohol y drogas es determinante en el consumo juvenil. Los estudiantes que afirman que sus padres ejercen una mayor supervisión sobre ellos y sus actividades tienen prevalencias de consumo de drogas hasta dos y tres veces más bajas que aquellos cuyos padres están más desvinculados.
Asimismo, un rol decisivo juega la percepción de molestia que los escolares creen que tendrían sus padres si saben que ellos beben o usan alguna droga, la que aumentó en comparación a 2005. Según el estudio, el 47% de los escolares dijo que su mamá se molestaría mucho si supiera que está bebiendo alcohol, cifra que es de 41% respecto de los padres. En el caso de la marihuana, los porcentajes son de 76% y 74%.
La molestia de los padres frente a ambas drogas es siempre percibida más alta por los alumnos de colegios municipalizados: en éstos, el 49% de los alumnos cree que su madre se enojaría si supiera que bebe alcohol, mientras que sólo el 34% de los estudiantes de colegios particulares piensa lo mismo. Las cifras en el caso de los padres son de 44% y 29%.
Llama la atención a los expertos que muchas de estas familias tienen una baja percepción del riesgo que están corriendo sus hijos, lo que se combina con una mayor permisividad y aceptación social del alcohol.
"Necesitamos una fuerte campaña para que el 100% de los padres estén preocupados de dónde están sus hijos, y que esta información esté disponible en los centros de padres y apoderados", dice Cristián Martínez, subsecretario de Educación. "Hay que apropiarse de la realidad de los hijos en materia de consumo de drogas, alcohol y rendimiento escolar".
------------
FICHA
Encuestados:
52.145 alumnos, lo que representa a 968.996 estudiantes.
Establecimientos:
1.512 colegios municipales, subvencionados y particulares pagados de todo Chile.
Autores:
Adimark GfK encuestó e Instituto de Sociología PUC analizó los datos.
* El alcohol y el tabaco registraron el consumo más bajo desde 2001, y el de drogas ilícitas se mantuvo estable respecto a 2005.
Por Cristián González y Paula Leighton, El Mercurio
En 2005 el 52% de los escolares de 8° básico a 4° medio creía que el consumo frecuente de marihuana involucra un gran riesgo. Dos años más tarde piensan lo mismo sólo el 39% de los encuestados.
Esta baja en la percepción del riesgo de la marihuana se repite en el caso de la cocaína, independiente de si se pregunta por el consumo ocasional o frecuente.
Así se desprende del 7° Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar de Chile 2007, que dieron a conocer ayer autoridades de Conace y del Ministerio de Educación.
Según destacó el psiquiatra Mariano Montenegro, de Conace, si bien entre 2005 y 2007 el consumo de drogas como marihuana, cocaína, pasta base, anfetaminas y éxtasis se mantuvo estable, "la baja en la percepción de riesgo nos preocupa, porque implica una mayor probabilidad de aumentar el consumo de drogas ilícitas en el futuro". Por eso, advirtió, "tenemos que tomar una alerta mayor, en medios de comunicación y también tratando de incorporar programas obligatorios de prevención de drogas en los colegios", los que hasta ahora son voluntarios.
Derribar mitos
El problema es más patente en el caso de la marihuana, que el 15,7% de los escolares dijo haber consumido en el último año.
Las cifras son semejantes entre hombres (16,7%) y mujeres (14,8%) y entre colegios municipalizados (15,5%), subvencionados (15,8%) y particulares (16,4%).
"El consumo de marihuana afecta todos los indicadores escolares: rendimiento académico, asistencia, agresividad, relación con los padres y con los profesores. Para transmitir este mensaje tenemos que ser tanto o más duros de lo que hemos sido con el tabaco", enfatizó el subsecretario de Educación, Cristián Martínez.
Un estudio difundido hace unas semanas por investigadores de la Facultad de Medicina de la U. de Chile demostró que los estudiantes que fumaban marihuana cuatro o más veces al mes tienen un deterioro significativo en habilidades como concentración, atención, memoria y capacidad de planificar y organizar información.
Pese a ello, la marihuana sigue rodeada de mitos, destacó María Teresa Chadwick, secretaria ejecutiva de Conace. Entre éstos mencionó la errada idea de que probar marihuana no hace daño, como sostiene el 42% de los escolares y que la mayoría de los jóvenes la usa, cuando en realidad se sabe que el 84% de los encuestados no la ha usado.
"También se cree que no es adictiva, en circunstancias que el 30% de los pacientes que tenemos en tratamiento por drogas en convenio con Fonasa tienen como primera droga de consumo la marihuana", destacó. Montenegro agrega que "casi el 50% de los menores de 20 años en tratamiento lo están por consumo de marihuana".
Tabaco y alcohol
Pero el estudio de 2007 trae también buenas noticias.
El consumo de alcohol y de tabaco llegó a sus niveles más bajos desde 2001 entre los escolares. Mientras el máximo en el uso de alcohol se registró en 2005 con 44,2%, en 2007 cayó a 37,9%. En el caso del tabaco, el mayor consumo se registró en 2001, con 42,3%, mientras que el año pasado bajó a 35,4%. En ambas sustancias la baja se registra en hombres y mujeres, en todos los cursos y en todos los tipos de colegio.
Los expertos consideran "significativa" la baja en el consumo de cigarrillos, atribuyéndola a la ley del tabaco, que ha restringido su venta y publicidad. "Y también a que existe un consenso incluso entre los fumadores de que el tabaco hace mal", dijo Montenegro.
Respecto de la baja en el consumo de alcohol, ésta se atribuye a variables como las estrategias de prevención que el Conace ha comenzado a incorporar en algunos colegios y a la difusión del impacto que tienen los accidentes automovilísticos tanto en las víctimas como en sus familiares.
La disponibilidad de drogas en los colegios es mayor
Uno de los aspectos que más preocupa a los autores del estudio es que un mayor número de estudiantes reconoce que dentro de su colegio hay drogas: si la tendencia en las últimas tres encuestas era a la baja (con porcentajes en torno al 35%), ahora el 43% de los alumnos declara esa percepción.
Y lo mismo ocurre con quienes indican que en los alrededores del colegio también hay drogas (pasó de 41% en 2005 a 53% en 2007). La razón, en parte, está en que efectivamente hay una mayor oferta: el 20,4% de los alumnos declaró que le ofrecieron marihuana en los últimos 30 días, cifra superior al 16,6% de 2005. Este repunte se repite con otras drogas como pasta base (de 4,4% a 5,6%) y cocaína (de 3,9% a 4,9%).
"No hay que olvidar que se trata de uno de los mercados más potentes del mundo, junto con la pornografia y las armas", dice Mariano Montenegro, quien agrega que otra complicación pasa por quien ofrece la droga: hoy es más un amigo que un conocido. Así, la oferta de marihuana por parte de "un amigo" aumentó de 37,6% a 43,6% en los últimos dos años.
Casi un tercio (29%) de los alumnos declara haber visto a un alumno vendiendo o pasando droga en el colegio, una cifra mayor al 21% del estudio de 2005.
Asimismo, el 36% dice haber visto a algún alumno usando drogas en el colegio (27% en 2005). "La comunidad escolar debe estar atenta a cuáles son los estudiantes que tienen actitud de consumo y de distribución para intervenir".
Microtráfico
Junto con buscar que los programas para prevenir el consumo de drogas en escolares sean obligatorios, Cristián Martínez explica que Conace y el Mineduc han elaborado una guía de trabajo que se entregará a los colegios el segundo semestre de este año. "Esta guía incluye directrices sobre acciones a tomar si se detecta microtráfico, que van desde hacer la denuncia a las policías hasta conversar con el grupo que se vio afectado. Además se abordan acciones de contención, articular redes para proteger al colegio y hacer que éste sea un tema de trabajo regular en la comunidad escolar ". Según el estudio, la percepción de droga dentro del colegio es más alta en los municipalizados (51%) que en los subvencionados (37%) y los particulares (32%).
Padres más preocupados
La opinión de los expertos y los resultados de la encuesta coinciden: la actitud de los padres hacia el uso de alcohol y drogas es determinante en el consumo juvenil. Los estudiantes que afirman que sus padres ejercen una mayor supervisión sobre ellos y sus actividades tienen prevalencias de consumo de drogas hasta dos y tres veces más bajas que aquellos cuyos padres están más desvinculados.
Asimismo, un rol decisivo juega la percepción de molestia que los escolares creen que tendrían sus padres si saben que ellos beben o usan alguna droga, la que aumentó en comparación a 2005. Según el estudio, el 47% de los escolares dijo que su mamá se molestaría mucho si supiera que está bebiendo alcohol, cifra que es de 41% respecto de los padres. En el caso de la marihuana, los porcentajes son de 76% y 74%.
La molestia de los padres frente a ambas drogas es siempre percibida más alta por los alumnos de colegios municipalizados: en éstos, el 49% de los alumnos cree que su madre se enojaría si supiera que bebe alcohol, mientras que sólo el 34% de los estudiantes de colegios particulares piensa lo mismo. Las cifras en el caso de los padres son de 44% y 29%.
Llama la atención a los expertos que muchas de estas familias tienen una baja percepción del riesgo que están corriendo sus hijos, lo que se combina con una mayor permisividad y aceptación social del alcohol.
"Necesitamos una fuerte campaña para que el 100% de los padres estén preocupados de dónde están sus hijos, y que esta información esté disponible en los centros de padres y apoderados", dice Cristián Martínez, subsecretario de Educación. "Hay que apropiarse de la realidad de los hijos en materia de consumo de drogas, alcohol y rendimiento escolar".
------------
FICHA
Encuestados:
52.145 alumnos, lo que representa a 968.996 estudiantes.
Establecimientos:
1.512 colegios municipales, subvencionados y particulares pagados de todo Chile.
Autores:
Adimark GfK encuestó e Instituto de Sociología PUC analizó los datos.