Por Conferencia Episcopal de Chile.
El empeño por darles tiempo y atención, por acompañarles en su formación y crecimiento como personas, es un regalo que los niños se merecen y demandan. Tiempo solidario, tiempo de escucharles con el corazón.
El día del niño, que en Chile se celebra el segundo domingo de agosto, es una oportunidad preciosa de empeñarnos por un mejor diálogo con ellos.
La palabra de los niños, los predilectos de Jesús, y el mundo interior que esas palabras reflejan, vale la pena ser oída con atención en medio de una sociedad donde no siempre el diálogo surge como vía de resolución de conflictos.
Frente a la sobredosis de ofertas de consumo que marca esta fiesta, es importante recordar que la austeridad se enseña con nuestros actos de vida.
Les invitamos a reflexionar, desde nuestra fe, para preparar una celebración hermosa a nuestros niños, poniendo en el centro lo que verdaderamente importa.
Visitemos el Especial web para el Día del Niño
El empeño por darles tiempo y atención, por acompañarles en su formación y crecimiento como personas, es un regalo que los niños se merecen y demandan. Tiempo solidario, tiempo de escucharles con el corazón.
El día del niño, que en Chile se celebra el segundo domingo de agosto, es una oportunidad preciosa de empeñarnos por un mejor diálogo con ellos.
La palabra de los niños, los predilectos de Jesús, y el mundo interior que esas palabras reflejan, vale la pena ser oída con atención en medio de una sociedad donde no siempre el diálogo surge como vía de resolución de conflictos.
Frente a la sobredosis de ofertas de consumo que marca esta fiesta, es importante recordar que la austeridad se enseña con nuestros actos de vida.
Les invitamos a reflexionar, desde nuestra fe, para preparar una celebración hermosa a nuestros niños, poniendo en el centro lo que verdaderamente importa.
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