Imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la iglesia de San Agustín presidirá la tradicional procesión en el Día de Oración por Chile, este domingo 28 de septiembre, a la espera de la restauración de la imagen que sufrió el atentado incendiario de abril pasado.
Por Iglesia de Santiago
El Cardenal Francisco Javier Errázuriz invitó “de corazón” a las comunidades parroquiales, colegios, movimientos eclesiales, a las familias y fieles de la Arquidiócesis de Santiago, a participar en la procesión de la Virgen del Carmen, este domingo 28 de este mes, que para muchos ya tiene el carácter de desagravio ante el ataque sufrido en el abril pasado por la imagen de la Madre y Reina de Chile.
“Ese día, dice el Cardenal en su invitación, como es nuestra tradición, acompañaremos en procesión a Nuestra Señora del Carmen cuando salga por las calles de nuestra ciudad, avivando nuestra esperanza y pidiéndole al Padre de los cielos su bendición para todos sus hijos”.
La procesión se iniciará a las 16:00 horas desde Plaza de Armas y su recorrido será el siguiente: Catedral, Teatinos, Agustinas, Estado y Plaza de Armas; y culminará con una solemne eucaristía que presidirá el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, a las 17:30 horas, en el atrio de la Catedral Metropolitana.
Por otra parte, los organizadores informaron que habrá sacerdotes para atender las confesiones de quienes deseen acudir a este sacramento.
Imagen de la iglesia San Agustín
El Arzobispo de Santiago precisa en su invitación que este año, debido al atentado que sufriera la imagen que tradicionalmente se sacaba en procesión, ésta será reemplazada por la imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la iglesia de San Agustín.
La imagen dañada con el atentado incendiario de abril pasado y que se encontraba en la parroquia El Sagrario, a un costado de la Catedral, “una vez concluida la reparación, podrá presidir la procesión del año venidero”, señala el Cardenal Errázuriz.
Ese atentado, agrega el prelado, “fue para nuestro pueblo, que tanto quiere a la Santísima Virgen, causa de un hondo sufrimiento. El daño ocasionado a la imagen de nuestra Madre suscitó innumerables muestras de reparación, de veneración y de amor. Su imagen viva, que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones, de nuestras familias y de nuestra cultura, resplandeció como nunca”.
Añade el Arzobispo de Santiago que la procesión expresará “la gratitud que le guardamos a la Madre y Reina de Chile y, pensando en el futuro de nuestra patria después de las celebraciones del bicentenario, nuestra confianza en su misión de educadora. Le pedimos a ella nos forme como discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestro pueblo en Él tenga vida”.
El Arzobispo de Santiago también encomienda a la Virgen del Carmen la Misión Continental.
Participación de los fieles
Ante la gran cantidad de personas que se estima que concurran a la procesión, el Vicario de la Zona Centro y Hermano Mayor de la Cofradía del Carmen, Pbro. Javier Manterota, invitó a los fieles y delegaciones de los colegios a ubicarse en los costados de las calles por donde pasará la procesión y esperar allí el paso de la imagen de la Virgen, para después sumarse a la columna detrás de ella.
El Padre Javier Manterola informó que esta vez habrá un cambio en el orden de la procesión, en el sentido de que la imagen de la Virgen irá delante de los fieles, los que se ubicarán detrás de las camareras y las religiosas. Delante de la imagen irán, entre otros, las bandas y Bailes Religiosos, las delegaciones de las Fuerzas Armadas, sacerdotes y los obispos.
Historia de la imagen
La imagen que saldrá en procesión fue donada a la Iglesia de San Agustín, ubicada en Estado con Agustinas, en 1970 por la señora Rebeca Rodríguez Mena, quien fuera feligresa del convento San Agustín y que la heredó de su familia.
Es una imagen "de candelero", es decir, tiene las manos y el rostro tallados y el cuerpo es un armazón de madera para vestir. Esta imagen es probablemente quiteña, del siglo XVIII, y la única procesión en que ha sido llevada fue para su traslado a la iglesia de San Agustín, el 16 de julio de 1970.
Devoción del Carmen
Fueron justamente los monjes agustinos quienes trajeron esta devoción mariana a Chile, en 1643, cuando fundaron la primera cofradía del Carmen en el convento de San Agustín, en Concepción.
Esta devoción fue impulsada luego en Santiago por las Carmelitas Descalzas, hasta transformarse en lo que es hoy, con decenas de parroquias que llevan su nombre e instituciones laicales que promueven su culto.
Historia y restauración
En cuanto a la imagen objeto de un atentado incendiario el 18 de abril de este año, mide 1 metro 73 cms. y está siendo restaurada en el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR).
Esta imagen fue tallada en París en 1826, obra que se prolongó dos años y medio. Llegó al puerto de Caldera en 1828, para ser trasladada al oratorio de la familia Ossa Cerda, en Copiapó, donde permaneció por 37 años.
Uno de los herederos trajo la imagen a Santiago en 1865 y desde el año siguiente fue facilitada cada año para la procesión organizada por la Cofradía del Carmen, que ocho años después terminó comprándola, para dejarla en la Basílica del Salvador, donde estuvo desde 1890 hasta 1985, cuando fue trasladada a la Catedral Metropolitana, primero, y luego a la Parroquia El Sagrario, donde sufriera el atentado incendiario.
En 1926, tres años después que el Papa Pío XI declarara a la Virgen del Carmen como Patrona de Chile, esta imagen fue coronada como Reina de Chile por el Arzobispo Aloissi Masella, enviado por el Papa, en el entonces Parque Cousiño.
El daño que provocó el atentado es de tal magnitud que ha hecho muy difícil la restauración en un tiempo breve, por lo que el CNCR decidió buscar la asesoría del Instituto Real de Patrimonio Artístico de Bélgica, cuya directora, Myriam Serck-Dewaide, tuvo un caso similar en sus manos y piensa que la restauración es posible.
Ver spot promocional
Por Iglesia de Santiago
El Cardenal Francisco Javier Errázuriz invitó “de corazón” a las comunidades parroquiales, colegios, movimientos eclesiales, a las familias y fieles de la Arquidiócesis de Santiago, a participar en la procesión de la Virgen del Carmen, este domingo 28 de este mes, que para muchos ya tiene el carácter de desagravio ante el ataque sufrido en el abril pasado por la imagen de la Madre y Reina de Chile.
“Ese día, dice el Cardenal en su invitación, como es nuestra tradición, acompañaremos en procesión a Nuestra Señora del Carmen cuando salga por las calles de nuestra ciudad, avivando nuestra esperanza y pidiéndole al Padre de los cielos su bendición para todos sus hijos”.
La procesión se iniciará a las 16:00 horas desde Plaza de Armas y su recorrido será el siguiente: Catedral, Teatinos, Agustinas, Estado y Plaza de Armas; y culminará con una solemne eucaristía que presidirá el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, a las 17:30 horas, en el atrio de la Catedral Metropolitana.
Por otra parte, los organizadores informaron que habrá sacerdotes para atender las confesiones de quienes deseen acudir a este sacramento.
Imagen de la iglesia San Agustín
El Arzobispo de Santiago precisa en su invitación que este año, debido al atentado que sufriera la imagen que tradicionalmente se sacaba en procesión, ésta será reemplazada por la imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la iglesia de San Agustín.
La imagen dañada con el atentado incendiario de abril pasado y que se encontraba en la parroquia El Sagrario, a un costado de la Catedral, “una vez concluida la reparación, podrá presidir la procesión del año venidero”, señala el Cardenal Errázuriz.
Ese atentado, agrega el prelado, “fue para nuestro pueblo, que tanto quiere a la Santísima Virgen, causa de un hondo sufrimiento. El daño ocasionado a la imagen de nuestra Madre suscitó innumerables muestras de reparación, de veneración y de amor. Su imagen viva, que se encuentra en lo más profundo de nuestros corazones, de nuestras familias y de nuestra cultura, resplandeció como nunca”.
Añade el Arzobispo de Santiago que la procesión expresará “la gratitud que le guardamos a la Madre y Reina de Chile y, pensando en el futuro de nuestra patria después de las celebraciones del bicentenario, nuestra confianza en su misión de educadora. Le pedimos a ella nos forme como discípulos misioneros de Jesucristo, para que nuestro pueblo en Él tenga vida”.
El Arzobispo de Santiago también encomienda a la Virgen del Carmen la Misión Continental.
Participación de los fieles
Ante la gran cantidad de personas que se estima que concurran a la procesión, el Vicario de la Zona Centro y Hermano Mayor de la Cofradía del Carmen, Pbro. Javier Manterota, invitó a los fieles y delegaciones de los colegios a ubicarse en los costados de las calles por donde pasará la procesión y esperar allí el paso de la imagen de la Virgen, para después sumarse a la columna detrás de ella.
El Padre Javier Manterola informó que esta vez habrá un cambio en el orden de la procesión, en el sentido de que la imagen de la Virgen irá delante de los fieles, los que se ubicarán detrás de las camareras y las religiosas. Delante de la imagen irán, entre otros, las bandas y Bailes Religiosos, las delegaciones de las Fuerzas Armadas, sacerdotes y los obispos.
Historia de la imagen
La imagen que saldrá en procesión fue donada a la Iglesia de San Agustín, ubicada en Estado con Agustinas, en 1970 por la señora Rebeca Rodríguez Mena, quien fuera feligresa del convento San Agustín y que la heredó de su familia.
Es una imagen "de candelero", es decir, tiene las manos y el rostro tallados y el cuerpo es un armazón de madera para vestir. Esta imagen es probablemente quiteña, del siglo XVIII, y la única procesión en que ha sido llevada fue para su traslado a la iglesia de San Agustín, el 16 de julio de 1970.
Devoción del Carmen
Fueron justamente los monjes agustinos quienes trajeron esta devoción mariana a Chile, en 1643, cuando fundaron la primera cofradía del Carmen en el convento de San Agustín, en Concepción.
Esta devoción fue impulsada luego en Santiago por las Carmelitas Descalzas, hasta transformarse en lo que es hoy, con decenas de parroquias que llevan su nombre e instituciones laicales que promueven su culto.
Historia y restauración
En cuanto a la imagen objeto de un atentado incendiario el 18 de abril de este año, mide 1 metro 73 cms. y está siendo restaurada en el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR).
Esta imagen fue tallada en París en 1826, obra que se prolongó dos años y medio. Llegó al puerto de Caldera en 1828, para ser trasladada al oratorio de la familia Ossa Cerda, en Copiapó, donde permaneció por 37 años.
Uno de los herederos trajo la imagen a Santiago en 1865 y desde el año siguiente fue facilitada cada año para la procesión organizada por la Cofradía del Carmen, que ocho años después terminó comprándola, para dejarla en la Basílica del Salvador, donde estuvo desde 1890 hasta 1985, cuando fue trasladada a la Catedral Metropolitana, primero, y luego a la Parroquia El Sagrario, donde sufriera el atentado incendiario.
En 1926, tres años después que el Papa Pío XI declarara a la Virgen del Carmen como Patrona de Chile, esta imagen fue coronada como Reina de Chile por el Arzobispo Aloissi Masella, enviado por el Papa, en el entonces Parque Cousiño.
El daño que provocó el atentado es de tal magnitud que ha hecho muy difícil la restauración en un tiempo breve, por lo que el CNCR decidió buscar la asesoría del Instituto Real de Patrimonio Artístico de Bélgica, cuya directora, Myriam Serck-Dewaide, tuvo un caso similar en sus manos y piensa que la restauración es posible.
Ver spot promocional