Por Neva Milicic, sicóloga.
Lograr un acercamiento positivo de los niños a los libros es uno de los temas más apasionantes dentro de los múltiples objetivos involucrados en el proceso de aprender a leer.
Ayudar a los hijos y las hijas a tener una actitud positiva hacia la lectura supone incentivarlos a querer los libros, a hojearlos y a leerlos en forma compartida o autónoma. Este acercamiento informal que hacen los familiares más cercanos al niño o la niña, ya sean los padres, los abuelos y abuelas, los tíos y tías es probablemente la primera y más decisiva de las motivaciones para que un niño o una niña llegue a transformarse en un buen lector. Es mostrarle sin presiones y con cariño el maravilloso mundo del libro.
El tema de esta columna surgió a raíz de una campaña realizada por el Hogar de Cristo, que está comprometido para que cada uno de los niños que atienda reciba esta Navidad un libro. En el marco de ésta, la institución me ha pedido que incentive a que los lectores de esta columna se sumen a esta iniciativa y la promuevan.
Un regalo siempre supone dedicación, no se trata de sacar de la biblioteca esos libros que nuestros niños ya no leen, aunque sí pueden ser regalados a las diferentes bibliotecas del Hogar de Cristo. Pero para esta campaña regale un libro como el que regalaría a sus hijos, nuevo, lindo, atractivo.
Es en los primeros años cuando aparece y se consolida el interés en el niño por leer, cuando persiguen a los adultos que los cuidan, diciendo: por favor, léeme este libro de nuevo. Ayudar a los niños a encontrarse con los libros es lograr que se produzca un encuentro mágico, y en este sentido, las ilustraciones favorecen el desarrollo de la capacidad estética y los ayuda a tener diferentes formas de mirar la realidad. Las diferentes temáticas les abren mundos y dan respuesta a sus inquietudes.
Ir de librerías con ellos puede ser todo un panorama, que además les dará una visión altruista de la Navidad. No sólo de recibir, sino de dar. Me gustaría además sugerir a quienes puedan hacerlo, que además del libro agreguen un juguete, simplemente porque a los niños les gustan. Recordemos la frase de Benito Juárez: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Colaborar con esta campaña es una forma de respetar el derecho de nuestros niños a tener una Feliz Navidad.
Lograr un acercamiento positivo de los niños a los libros es uno de los temas más apasionantes dentro de los múltiples objetivos involucrados en el proceso de aprender a leer.
Ayudar a los hijos y las hijas a tener una actitud positiva hacia la lectura supone incentivarlos a querer los libros, a hojearlos y a leerlos en forma compartida o autónoma. Este acercamiento informal que hacen los familiares más cercanos al niño o la niña, ya sean los padres, los abuelos y abuelas, los tíos y tías es probablemente la primera y más decisiva de las motivaciones para que un niño o una niña llegue a transformarse en un buen lector. Es mostrarle sin presiones y con cariño el maravilloso mundo del libro.
El tema de esta columna surgió a raíz de una campaña realizada por el Hogar de Cristo, que está comprometido para que cada uno de los niños que atienda reciba esta Navidad un libro. En el marco de ésta, la institución me ha pedido que incentive a que los lectores de esta columna se sumen a esta iniciativa y la promuevan.
Un regalo siempre supone dedicación, no se trata de sacar de la biblioteca esos libros que nuestros niños ya no leen, aunque sí pueden ser regalados a las diferentes bibliotecas del Hogar de Cristo. Pero para esta campaña regale un libro como el que regalaría a sus hijos, nuevo, lindo, atractivo.
Es en los primeros años cuando aparece y se consolida el interés en el niño por leer, cuando persiguen a los adultos que los cuidan, diciendo: por favor, léeme este libro de nuevo. Ayudar a los niños a encontrarse con los libros es lograr que se produzca un encuentro mágico, y en este sentido, las ilustraciones favorecen el desarrollo de la capacidad estética y los ayuda a tener diferentes formas de mirar la realidad. Las diferentes temáticas les abren mundos y dan respuesta a sus inquietudes.
Ir de librerías con ellos puede ser todo un panorama, que además les dará una visión altruista de la Navidad. No sólo de recibir, sino de dar. Me gustaría además sugerir a quienes puedan hacerlo, que además del libro agreguen un juguete, simplemente porque a los niños les gustan. Recordemos la frase de Benito Juárez: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Colaborar con esta campaña es una forma de respetar el derecho de nuestros niños a tener una Feliz Navidad.