Estudio determinó factores de riesgo y preventivos.
Por El Mercurio.
La familia y los amigos pueden influir negativa o positivamente en que un joven que vive en un contexto vulnerable decida o no consumir drogas.
Pero lo que sí lo aleja de ese problema es tener un proyecto de vida claro y sentirse capaz de "gestionar" su vida independiente de su entorno.
Éstas son dos de las conclusiones del estudio "Jóvenes de sectores vulnerables y drogas: igual realidad, pero desigual vinculación", desarrollado por cuatro investigadores de la U. Católica Silva Henríquez (UCSH) y presentado ayer en esa universidad.
La investigación fue parte de un proyecto impulsado por la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) y que incluyó a planteles de 10 países de América Latina y Asia.
En Chile, hicieron entrevistas focalizadas y una encuesta a 525 jóvenes de entre 15 y 29 años, habitantes de Cerro Navia, Conchalí, La Florida, Peñalolén y Pudahuel.
Al analizar los resultados, vieron que aquellas familias que se interesan por las actividades de sus hijos evitan que éstos consuman estupefacientes.
Y si los amigos no usan drogas, ellos tampoco lo harán. En cambio, cuando los padres no ponen límites y dejan a sus hijos solos, el riesgo de que consuman es mayor.
Las cualidades personales también son importantes. Hay jóvenes que construyen una visión positiva de sí mismos y sienten que pueden enfrentar los problemas. Otros no lo logran y están más en riesgo.
También pudieron comprobar que esa mayoría de jóvenes que no consume se siente presionada por la minoría a hacerlo.
"Existe un acorralamiento de ellos que hace que se perciban como una minoría, y tienen dificultades para levantar un discurso que contradiga el de los consumidores", reflexionó Decio Mettifogo, jefe del Área de Prevención del Conace.
Por El Mercurio.
La familia y los amigos pueden influir negativa o positivamente en que un joven que vive en un contexto vulnerable decida o no consumir drogas.
Pero lo que sí lo aleja de ese problema es tener un proyecto de vida claro y sentirse capaz de "gestionar" su vida independiente de su entorno.
Éstas son dos de las conclusiones del estudio "Jóvenes de sectores vulnerables y drogas: igual realidad, pero desigual vinculación", desarrollado por cuatro investigadores de la U. Católica Silva Henríquez (UCSH) y presentado ayer en esa universidad.
La investigación fue parte de un proyecto impulsado por la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) y que incluyó a planteles de 10 países de América Latina y Asia.
En Chile, hicieron entrevistas focalizadas y una encuesta a 525 jóvenes de entre 15 y 29 años, habitantes de Cerro Navia, Conchalí, La Florida, Peñalolén y Pudahuel.
Al analizar los resultados, vieron que aquellas familias que se interesan por las actividades de sus hijos evitan que éstos consuman estupefacientes.
Y si los amigos no usan drogas, ellos tampoco lo harán. En cambio, cuando los padres no ponen límites y dejan a sus hijos solos, el riesgo de que consuman es mayor.
Las cualidades personales también son importantes. Hay jóvenes que construyen una visión positiva de sí mismos y sienten que pueden enfrentar los problemas. Otros no lo logran y están más en riesgo.
También pudieron comprobar que esa mayoría de jóvenes que no consume se siente presionada por la minoría a hacerlo.
"Existe un acorralamiento de ellos que hace que se perciban como una minoría, y tienen dificultades para levantar un discurso que contradiga el de los consumidores", reflexionó Decio Mettifogo, jefe del Área de Prevención del Conace.