Son el 30% de la juventud del país, están profundamente desmotivados con la educación y no sienten que trabajar valga la pena. Analistas culpan al gobierno de la poca atención hacia este grupo.
Por Makarena Kröger, El Mercurio.
Partieron como una tímida tendencia, pero desde hace cinco años han ganado fuerza y hoy ya son siete millones.
Son los "ninis", jóvenes mexicanos que "ni estudian ni trabajan" y que equivalen al 30% de la población juvenil.
Ubicados entre los 15 y 24 años, son jóvenes que no tienen expectativas, porque están desmotivados con todas las opciones que se les ofrecen.
No le encuentran sentido a estudiar ni a trabajar, porque no creen que vaya a mejorar su nivel de vida.
"Los 'ninis' responden a una minoría de la clase media o alta, quienes, al amparo de los padres, no ven necesario trabajar", pues sus familias pueden mantenerlos, dice a este diario el sociólogo mexicano Gustavo Garabito Ballesteros.
De acuerdo con analistas, en México existe gran desigualdad y falta de oportunidades de educación, así como una ausencia de garantías laborales, y muchos jóvenes profesionales no encuentran trabajo.
Carlos González tiene 24 años y egresó de Periodismo en 2007, pero todavía no encuentra empleo. "Ya no sabes ni para qué estudiaste", dice.
"No solamente es la falta de empleo o ingresos para estudiar en la universidad, sino que ya no encuentran en la educación una expectativa laboral segura", dice a este diario Eduardo Aguilar, subdirector de Evaluación y Control del Instituto Mexicano de la Juventud.
Así, los jóvenes que no logran ingresar al sistema de educación superior optan por quedarse en sus casas, pues creen que no van a encontrar trabajo, y si lo encuentran, va a ser mal pagado.
"Este es un problema que se gesta en un país con recurrentes crisis económicas, donde la educación perdió su capacidad como mecanismo de ascenso social. Antes un título te aseguraba un trabajo formal", dice el sociólogo mexicano Héctor Berthier.
Más Hombres
Entre los datos que se manejan, llama la atención que este fenómeno es mucho más frecuente entre los varones, que representan el 66% de este grupo.
Además, gran parte de las mujeres que caen en esta categoría son madres solteras, dedicadas a su familia y su casa.
El caso de los hombres es más grave porque son ellos los que caen en el ocio y la inactividad propia de los 'ninis'.
Además, son quienes "normalmente tienen expectativas migratorias, porque al no tener alternativas en su país, las buscan en otros", dice Aguilar Serra.
El crecimiento de este fenómeno ha llevado al gobierno a tomar cartas en el asunto.
El Instituto Mexicano de la Juventud junto con el Ministerio de Desarrollo Social se han enfocado en tres frentes: en primer lugar, el rescate de espacios públicos, inyectando recursos en lugares para el deporte y la cultura.
En segundo lugar, promover el emprendimiento: el Instituto da créditos de entre US$ 2 mil y US$ 4 mil para que los jóvenes empiecen su propio negocio e incluso les prestan asesoría legal.
Por último, imparten cursos para capacitar a los jóvenes de manera que encuentren un buen empleo.
Además, el gobierno del Distrito Federal puso en marcha en febrero un plan para capacitar a 110 mil jóvenes a través de cursos de informática e implementó un bachillerato a distancia.
Aguilar Serra destaca que "no hay que atender el fenómeno sólo con creación de empleos, sino también con la creación de espacios culturales y deportivos, porque cuando no tienes una actividad, pero encuentras los espacios, usas tu tiempo en eso".
Contra la Deserción
Los colegios, en tanto, han centrado los esfuerzos en fomentar el interés, incorporando orientadores que detecten tempranamente "el desinterés en los jóvenes y busquen estrategias para que sigan estudiando", comenta a "El Mercurio" Erika Durán, psicóloga del Ministerio de Educación mexicano.
Sin embargo, para Garabito Ballesteros, a pesar de estos esfuerzos, el Estado ha fallado en fortalecer las instituciones y los mecanismos para el desarrollo integral de la juventud.
"La visión y políticas del Estado hacia la juventud son mediocres y superficiales. Para decirlo de manera llana, la juventud, para el Estado, simplemente no existe", dice el sociólogo.
"Las instituciones a cargo de los jóvenes o están desarticuladas o son inexistentes", añade Berthier, quien destaca que desde hace varios años los jóvenes están fuera de la agenda pública.
Lo cierto es que los "ninis", si bien existían hace ya unos años, han logrado captar el interés de los medios en este último tiempo. Pero el reto sigue siendo captar el de ellos.
De Mal en Peor
Desocupados y desmotivados, estos jóvenes son muchas veces presa fácil de los carteles del narcotráfico.
Dada la falta de oportunidades, el crimen organizado se presenta como una salida fácil y una forma rápida de conseguir dinero.
La falta de sentido que ven en lo tradicional hace que estas alternativas al margen de la ley se conviertan en opciones reales.
También hay otros que se vuelven adictos, ya que para ellos "la droga es una oportunidad de llenar el ocio", comenta Eduardo Aguilar Serra, del Instituto Mexicano de la Juventud.
En general, existe un incremento importante de la participación juvenil en actividades ilícitas, como el comercio sexual, lo que se debe a "la exclusión permanente de los jóvenes, y al clima de impunidad generalizado que se vive en este país", dice el sociólogo Garabito Ballesteros.
En el Mundo
Si bien el crecimiento de los "ninis" ha impactado en los últimos años, éste no es un fenómeno exclusivo de México.
Europa también vio expandirse la tendencia, que ha llegado tan lejos que la RAE planea incorporarlo en su diccionario.
Por Makarena Kröger, El Mercurio.
Partieron como una tímida tendencia, pero desde hace cinco años han ganado fuerza y hoy ya son siete millones.
Son los "ninis", jóvenes mexicanos que "ni estudian ni trabajan" y que equivalen al 30% de la población juvenil.
Ubicados entre los 15 y 24 años, son jóvenes que no tienen expectativas, porque están desmotivados con todas las opciones que se les ofrecen.
No le encuentran sentido a estudiar ni a trabajar, porque no creen que vaya a mejorar su nivel de vida.
"Los 'ninis' responden a una minoría de la clase media o alta, quienes, al amparo de los padres, no ven necesario trabajar", pues sus familias pueden mantenerlos, dice a este diario el sociólogo mexicano Gustavo Garabito Ballesteros.
De acuerdo con analistas, en México existe gran desigualdad y falta de oportunidades de educación, así como una ausencia de garantías laborales, y muchos jóvenes profesionales no encuentran trabajo.
Carlos González tiene 24 años y egresó de Periodismo en 2007, pero todavía no encuentra empleo. "Ya no sabes ni para qué estudiaste", dice.
"No solamente es la falta de empleo o ingresos para estudiar en la universidad, sino que ya no encuentran en la educación una expectativa laboral segura", dice a este diario Eduardo Aguilar, subdirector de Evaluación y Control del Instituto Mexicano de la Juventud.
Así, los jóvenes que no logran ingresar al sistema de educación superior optan por quedarse en sus casas, pues creen que no van a encontrar trabajo, y si lo encuentran, va a ser mal pagado.
"Este es un problema que se gesta en un país con recurrentes crisis económicas, donde la educación perdió su capacidad como mecanismo de ascenso social. Antes un título te aseguraba un trabajo formal", dice el sociólogo mexicano Héctor Berthier.
Más Hombres
Entre los datos que se manejan, llama la atención que este fenómeno es mucho más frecuente entre los varones, que representan el 66% de este grupo.
Además, gran parte de las mujeres que caen en esta categoría son madres solteras, dedicadas a su familia y su casa.
El caso de los hombres es más grave porque son ellos los que caen en el ocio y la inactividad propia de los 'ninis'.
Además, son quienes "normalmente tienen expectativas migratorias, porque al no tener alternativas en su país, las buscan en otros", dice Aguilar Serra.
El crecimiento de este fenómeno ha llevado al gobierno a tomar cartas en el asunto.
El Instituto Mexicano de la Juventud junto con el Ministerio de Desarrollo Social se han enfocado en tres frentes: en primer lugar, el rescate de espacios públicos, inyectando recursos en lugares para el deporte y la cultura.
En segundo lugar, promover el emprendimiento: el Instituto da créditos de entre US$ 2 mil y US$ 4 mil para que los jóvenes empiecen su propio negocio e incluso les prestan asesoría legal.
Por último, imparten cursos para capacitar a los jóvenes de manera que encuentren un buen empleo.
Además, el gobierno del Distrito Federal puso en marcha en febrero un plan para capacitar a 110 mil jóvenes a través de cursos de informática e implementó un bachillerato a distancia.
Aguilar Serra destaca que "no hay que atender el fenómeno sólo con creación de empleos, sino también con la creación de espacios culturales y deportivos, porque cuando no tienes una actividad, pero encuentras los espacios, usas tu tiempo en eso".
Contra la Deserción
Los colegios, en tanto, han centrado los esfuerzos en fomentar el interés, incorporando orientadores que detecten tempranamente "el desinterés en los jóvenes y busquen estrategias para que sigan estudiando", comenta a "El Mercurio" Erika Durán, psicóloga del Ministerio de Educación mexicano.
Sin embargo, para Garabito Ballesteros, a pesar de estos esfuerzos, el Estado ha fallado en fortalecer las instituciones y los mecanismos para el desarrollo integral de la juventud.
"La visión y políticas del Estado hacia la juventud son mediocres y superficiales. Para decirlo de manera llana, la juventud, para el Estado, simplemente no existe", dice el sociólogo.
"Las instituciones a cargo de los jóvenes o están desarticuladas o son inexistentes", añade Berthier, quien destaca que desde hace varios años los jóvenes están fuera de la agenda pública.
Lo cierto es que los "ninis", si bien existían hace ya unos años, han logrado captar el interés de los medios en este último tiempo. Pero el reto sigue siendo captar el de ellos.
De Mal en Peor
Desocupados y desmotivados, estos jóvenes son muchas veces presa fácil de los carteles del narcotráfico.
Dada la falta de oportunidades, el crimen organizado se presenta como una salida fácil y una forma rápida de conseguir dinero.
La falta de sentido que ven en lo tradicional hace que estas alternativas al margen de la ley se conviertan en opciones reales.
También hay otros que se vuelven adictos, ya que para ellos "la droga es una oportunidad de llenar el ocio", comenta Eduardo Aguilar Serra, del Instituto Mexicano de la Juventud.
En general, existe un incremento importante de la participación juvenil en actividades ilícitas, como el comercio sexual, lo que se debe a "la exclusión permanente de los jóvenes, y al clima de impunidad generalizado que se vive en este país", dice el sociólogo Garabito Ballesteros.
En el Mundo
Si bien el crecimiento de los "ninis" ha impactado en los últimos años, éste no es un fenómeno exclusivo de México.
Europa también vio expandirse la tendencia, que ha llegado tan lejos que la RAE planea incorporarlo en su diccionario.