"Quien acompaña a los hijos en sus etapas de cambio tiene un rol decisivo para que sus nuevas experiencias tengan un poder transformador positivo".
Por: Neva Milicic, Psicóloga.
Los acontecimientos importantes que suceden en la vida de las personas poseen un efecto transformador, pero a veces no se logra reflexionar suficiente de lo que han significado y de cómo han transformado el curso de la vida.
Algunos de estos sucesos están entre los mejores recuerdos, como el nacimiento de los hijos, y otros son experiencias tristes.
En toda vida hay puntos importantes de transformación y de cambio, que de alguna manera varían la perspectiva de la vida y obligan a reinventarse.
Los acontecimientos significativos que ocurren en la vida de un niño y de una persona marcarán su historia personal, pero no será sólo lo que le ocurre, sino cómo lo vive, lo que explicará cómo se desenvolverá en las situaciones críticas y cuál será el efecto que esas experiencias tengan sobre él.
Quizás una parte importante de la forma en que se viven estas experiencias significativas está explicada por los vínculos y las personas que estaban al lado de los protagonistas.
Porque quienes acompañan a los niños en sus eventos vitales no sólo están cercanos, sino que les ayudan a darle una significación a lo ocurrido.
En cada rito de transición es importante que los diferentes miembros de la familia le vayan entregando al otro una significación, es decir, un sentido de lo que sucede.
Cuando comienza una etapa nueva -como, por ejemplo, el paso a la educación superior- y el reconocer el esfuerzo realizado puede ayudarlo a enfrentar con éxito las nuevas exigencias.
Si lo vivido anteriormente no ha sido tan exitoso, el cambio de etapa deberá ser planteado como una experiencia nueva con un alto potencial de transformación.
Quien está acompañando a los niños y adolescentes en sus experiencias vitales y en sus etapas de cambio tiene un rol decisivo en el fortalecimiento de los niños, para que sus nuevas experiencias tengan un poder transformador positivo.
Su hijo(a) no sólo responde a lo que le sucede a él, sino que aprende vicariamente de la forma en que usted va afrontando sus experiencias y crisis vitales.
De su actitud esperanzada o desesperanzada. Enséñeles con su forma de actuar que de cada experiencia, por difícil que sea, hay algo que aprender, y que es posible que ella constituya una oportunidad y una posibilidad de transformación.
Por: Neva Milicic, Psicóloga.
Los acontecimientos importantes que suceden en la vida de las personas poseen un efecto transformador, pero a veces no se logra reflexionar suficiente de lo que han significado y de cómo han transformado el curso de la vida.
Algunos de estos sucesos están entre los mejores recuerdos, como el nacimiento de los hijos, y otros son experiencias tristes.
En toda vida hay puntos importantes de transformación y de cambio, que de alguna manera varían la perspectiva de la vida y obligan a reinventarse.
Los acontecimientos significativos que ocurren en la vida de un niño y de una persona marcarán su historia personal, pero no será sólo lo que le ocurre, sino cómo lo vive, lo que explicará cómo se desenvolverá en las situaciones críticas y cuál será el efecto que esas experiencias tengan sobre él.
Quizás una parte importante de la forma en que se viven estas experiencias significativas está explicada por los vínculos y las personas que estaban al lado de los protagonistas.
Porque quienes acompañan a los niños en sus eventos vitales no sólo están cercanos, sino que les ayudan a darle una significación a lo ocurrido.
En cada rito de transición es importante que los diferentes miembros de la familia le vayan entregando al otro una significación, es decir, un sentido de lo que sucede.
Cuando comienza una etapa nueva -como, por ejemplo, el paso a la educación superior- y el reconocer el esfuerzo realizado puede ayudarlo a enfrentar con éxito las nuevas exigencias.
Si lo vivido anteriormente no ha sido tan exitoso, el cambio de etapa deberá ser planteado como una experiencia nueva con un alto potencial de transformación.
Quien está acompañando a los niños y adolescentes en sus experiencias vitales y en sus etapas de cambio tiene un rol decisivo en el fortalecimiento de los niños, para que sus nuevas experiencias tengan un poder transformador positivo.
Su hijo(a) no sólo responde a lo que le sucede a él, sino que aprende vicariamente de la forma en que usted va afrontando sus experiencias y crisis vitales.
De su actitud esperanzada o desesperanzada. Enséñeles con su forma de actuar que de cada experiencia, por difícil que sea, hay algo que aprender, y que es posible que ella constituya una oportunidad y una posibilidad de transformación.