Por César Antonio Campos, periodista Asociación de Padres.
Una emotiva y conmovedora homilía del padre rector José Agustín Tapia sensibilizó tanto a los papás asistentes, que incluso algunos llegaron hasta las lágrimas.
En ese marco de paz y reflexión, se desarrolló esta tarde la tradicional Cena Solidaria en el gimnasio del Instituto.
Sentidas expresiones alusivas al terremoto del 27 de febrero y el drama de los 33 mineros atrapados en la mina San José tocaron el corazón de los padres, quienes escucharon con atención las palabras del sacerdote.
Pero la lectura de una carta de agradecimiento de las hermanas Carmelitas de la ciudad de Constitución enorgulleció a toda la comunidad.
Ellas reconocían profundamente el trabajo solidario de reconstrucción realizado por alumnos del colegio en una escuela y en un hogar dañado por los efectos del terremoto y el posterior tsunami.
Por mientras, en las dos pantallas gigantes se proyectaban imágenes de los estudiantes en terreno, acompañado por una suave melodía a cargo del coro de padres del Instituto.
El director de Pastoral de la Asociación, Freddy Chávez, destacó la alta participación de las familias en esta actividad fraterna.
“El Buen Pastor”
El tema central de la Cena Solidaria de este año estuvo marcada por la imagen del “Buen Pastor”, basadas en las palabras del profeta Jeremías: «Os daré pastores según mi corazón» (Jer 3, 15).
Los delegados de Pastoral de Padres comenzaron a llegar desde muy temprano, para decorar cada una de las mesas que estaban dispuestas para los cursos.
Un trozo de pan y una copa de vino bastaban para celebrar la cena del Señor. Pese a ello, se pudieron ver finos quesos, rebanadas de embutidos, diferentes tipos de frutos secos y algunas otras exquisiteces.
La impecable presentación artística de alumnos y educadores sorprendió a los asistentes. También fue el momento de dar término a la campaña de invierno: “Frazadas de la Solidaridad”.
Niños, mamás y papás se acercaron al escenario principal para entregar las mantas que pudieron reunir y tejer durante los últimos meses. Todas irán en ayuda de un hogar de ancianos con múltiples necesidades.
La actividad fraterna terminó con la animada convivencia entre los apoderados de cada curso.
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Una emotiva y conmovedora homilía del padre rector José Agustín Tapia sensibilizó tanto a los papás asistentes, que incluso algunos llegaron hasta las lágrimas.
En ese marco de paz y reflexión, se desarrolló esta tarde la tradicional Cena Solidaria en el gimnasio del Instituto.
Sentidas expresiones alusivas al terremoto del 27 de febrero y el drama de los 33 mineros atrapados en la mina San José tocaron el corazón de los padres, quienes escucharon con atención las palabras del sacerdote.
Pero la lectura de una carta de agradecimiento de las hermanas Carmelitas de la ciudad de Constitución enorgulleció a toda la comunidad.
Ellas reconocían profundamente el trabajo solidario de reconstrucción realizado por alumnos del colegio en una escuela y en un hogar dañado por los efectos del terremoto y el posterior tsunami.
Por mientras, en las dos pantallas gigantes se proyectaban imágenes de los estudiantes en terreno, acompañado por una suave melodía a cargo del coro de padres del Instituto.
El director de Pastoral de la Asociación, Freddy Chávez, destacó la alta participación de las familias en esta actividad fraterna.
“El Buen Pastor”
El tema central de la Cena Solidaria de este año estuvo marcada por la imagen del “Buen Pastor”, basadas en las palabras del profeta Jeremías: «Os daré pastores según mi corazón» (Jer 3, 15).
Los delegados de Pastoral de Padres comenzaron a llegar desde muy temprano, para decorar cada una de las mesas que estaban dispuestas para los cursos.
Un trozo de pan y una copa de vino bastaban para celebrar la cena del Señor. Pese a ello, se pudieron ver finos quesos, rebanadas de embutidos, diferentes tipos de frutos secos y algunas otras exquisiteces.
La impecable presentación artística de alumnos y educadores sorprendió a los asistentes. También fue el momento de dar término a la campaña de invierno: “Frazadas de la Solidaridad”.
Niños, mamás y papás se acercaron al escenario principal para entregar las mantas que pudieron reunir y tejer durante los últimos meses. Todas irán en ayuda de un hogar de ancianos con múltiples necesidades.
La actividad fraterna terminó con la animada convivencia entre los apoderados de cada curso.
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