Según la investigación del Inta, un 16,8% de los niños y un 21,1% de las niñas sufren sobrepeso u obesidad desde su primer día de vida.
Por Alexis de Ponson, La Tercera.
Para muchas personas, que una guagua nazca gordita es una señal de buena salud futura, casi una bendición. Sin embargo, esta apariencia robusta esconde una realidad poco saludable.
Un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) que siguió durante cinco años a 1.089 niños, reveló que un 16,8% de los hombres y un 21,1% de las mujeres nacen con un peso mayor al adecuado.
En el caso de los varones, un 21,9% nació con sobrepeso y un 3,9%, con obesidad. El exceso de peso fue mayor en las mujeres: un 17,5% nació con sobrepeso y un 3,6%, con obesidad.
Estas cifras suben dramáticamente durante el primer año de vida, llegando a sumar 40,7% entre los niños y 37,7% en las niñas, lo que se mantiene estable hasta los cinco años.
Según el estudio, publicado en la revista International Journal of Obesity, las cifras chilenas duplican a las de preescolares de los otros países latinoamericanos y es similar a la prevalencia de obesidad de países desarrollados.
Problema Hereditario
Uno de los factores que explica el nacimiento de guaguas con sobrepeso es la condición nutricional de las madres.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2003, un 32,7% de las mujeres mayores de 15 años tiene sobrepeso y un 29,3% tiene obesidad.
Ricardo Uauy, académico del Inta y coautor del estudio, explica que las madres con sobrepeso tienen niveles más altos de azúcar, los que transfieren a sus hijos durante la gestación y desencadena una mayor producción de insulina en los fetos.
"La insulina actúa como una verdadera hormona de crecimiento. Sin embargo, estos niños ganan mayor cantidad de grasa y no de músculo", destaca el especialista, quien agrega que se trata de niños muy grandes para madres de 1.54 metro de altura, la estatura promedio de las chilenas.
Esta sobreestimulación durante la gestación también predispone a estos niños a ganar más peso durante sus primeros meses y años de vida. Una situación que se ve potenciada por los hábitos alimentarios del hogar.
Juliana Kain, también coautora de la investigación, dice que después de la lactancia, las madres alimentan en exceso a sus hijos.
"Hay una cosa cultural de que el niño gordito es sano y cuesta mucho desterrar esa idea. Hablas con los pediatras y las mamás piensan que los niños no comen nada", explica la experta. De allí que postule que se deben crear planes de prevención antes de los dos años.
"Los porcentajes de obesidad en este país son pavorosos y han continuado aumentando a través del tiempo", advierte Kain.
De hecho, en 1987, un 7% de los niños de primero básico era obeso y dos décadas más tarde, un 19% de los niños del mismo nivel está en esa situación.
La obesidad antes de los dos años adelanta la aparición de riesgo cardiovascular. Un segundo estudio reveló que un 70% de los niños tiene al menos un factor de este riesgo.
Por ejemplo, un 40% de los menores tiene niveles bajos de colesterol bueno y un 25% tiene niveles altos de colesterol malo.
Diversos estudios internacionales han demostrado que el aumento del sobrepeso en estos primeros años aumenta los casos prematuros de diabetes y adelanta el inicio de la pubertad, especialmente en las niñas.
"La grasa corporal produce más hormonas sexuales y hace que la pubertad se adelante y las niñas no están preparadas para esto", explica Kain.
Medidas contra el Sobrepeso
Mil escuelas del país participan en la Estrategia Global contra la Obesidad, un programa que fomenta el ejercicio y la alimentación saludable de primero a cuarto básico. Pero Juliana Kain plantea intervenir antes.
"Empezar con las mujeres para que no inicien su embarazo con sobrepeso", dice. Otra medida es, para Ricardo Uauy, fomentar la lactancia materna directa.
Una guagua que toma mamadera consume la misma leche en la mitad del tiempo que al ser amamantada. Eso contribuye al sobreconsumo.
Por Alexis de Ponson, La Tercera.
Para muchas personas, que una guagua nazca gordita es una señal de buena salud futura, casi una bendición. Sin embargo, esta apariencia robusta esconde una realidad poco saludable.
Un estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) que siguió durante cinco años a 1.089 niños, reveló que un 16,8% de los hombres y un 21,1% de las mujeres nacen con un peso mayor al adecuado.
En el caso de los varones, un 21,9% nació con sobrepeso y un 3,9%, con obesidad. El exceso de peso fue mayor en las mujeres: un 17,5% nació con sobrepeso y un 3,6%, con obesidad.
Estas cifras suben dramáticamente durante el primer año de vida, llegando a sumar 40,7% entre los niños y 37,7% en las niñas, lo que se mantiene estable hasta los cinco años.
Según el estudio, publicado en la revista International Journal of Obesity, las cifras chilenas duplican a las de preescolares de los otros países latinoamericanos y es similar a la prevalencia de obesidad de países desarrollados.
Problema Hereditario
Uno de los factores que explica el nacimiento de guaguas con sobrepeso es la condición nutricional de las madres.
Según la Encuesta Nacional de Salud 2003, un 32,7% de las mujeres mayores de 15 años tiene sobrepeso y un 29,3% tiene obesidad.
Ricardo Uauy, académico del Inta y coautor del estudio, explica que las madres con sobrepeso tienen niveles más altos de azúcar, los que transfieren a sus hijos durante la gestación y desencadena una mayor producción de insulina en los fetos.
"La insulina actúa como una verdadera hormona de crecimiento. Sin embargo, estos niños ganan mayor cantidad de grasa y no de músculo", destaca el especialista, quien agrega que se trata de niños muy grandes para madres de 1.54 metro de altura, la estatura promedio de las chilenas.
Esta sobreestimulación durante la gestación también predispone a estos niños a ganar más peso durante sus primeros meses y años de vida. Una situación que se ve potenciada por los hábitos alimentarios del hogar.
Juliana Kain, también coautora de la investigación, dice que después de la lactancia, las madres alimentan en exceso a sus hijos.
"Hay una cosa cultural de que el niño gordito es sano y cuesta mucho desterrar esa idea. Hablas con los pediatras y las mamás piensan que los niños no comen nada", explica la experta. De allí que postule que se deben crear planes de prevención antes de los dos años.
"Los porcentajes de obesidad en este país son pavorosos y han continuado aumentando a través del tiempo", advierte Kain.
De hecho, en 1987, un 7% de los niños de primero básico era obeso y dos décadas más tarde, un 19% de los niños del mismo nivel está en esa situación.
La obesidad antes de los dos años adelanta la aparición de riesgo cardiovascular. Un segundo estudio reveló que un 70% de los niños tiene al menos un factor de este riesgo.
Por ejemplo, un 40% de los menores tiene niveles bajos de colesterol bueno y un 25% tiene niveles altos de colesterol malo.
Diversos estudios internacionales han demostrado que el aumento del sobrepeso en estos primeros años aumenta los casos prematuros de diabetes y adelanta el inicio de la pubertad, especialmente en las niñas.
"La grasa corporal produce más hormonas sexuales y hace que la pubertad se adelante y las niñas no están preparadas para esto", explica Kain.
Medidas contra el Sobrepeso
Mil escuelas del país participan en la Estrategia Global contra la Obesidad, un programa que fomenta el ejercicio y la alimentación saludable de primero a cuarto básico. Pero Juliana Kain plantea intervenir antes.
"Empezar con las mujeres para que no inicien su embarazo con sobrepeso", dice. Otra medida es, para Ricardo Uauy, fomentar la lactancia materna directa.
Una guagua que toma mamadera consume la misma leche en la mitad del tiempo que al ser amamantada. Eso contribuye al sobreconsumo.