"Cuando un niño aprende que es escuchado, habla más, desarrolla una actitud positiva hacia la participación y comunicación con otros". Por Neva Milicic, psicóloga. Ser escuchado para cualquier persona es sentirse visibilizado, respetado, comprendido en sus necesidades y sentir que su opinión es tomada en cuenta y que es valorada. Cuando un niño percibe que sus padres prestan atención a lo que siente, se fortalece el vínculo con sus padres, va comprendiendo que comunicarse vale la pena y que allí encontrarán eco y acogida sus preocupaciones, temores y experiencias positivas. Por el contrario, cuando un niño siente que no es escuchado, habitualmente comienza a guardar sus preocupaciones y a encerrarse en sí mismo o muchas veces a compartirlas con otras personas que a lo mejor no serán las mejores guías para ir progresando en su desarrollo emocional y en la comprensión del mundo que lo rodea. Para escuchar, es necesario darse tiempo para estar con la atención focalizada en lo qu
Asociación de Padres de Familia del Instituto de Humanidades Luis Campino | Santiago de Chile