Ayuda para costear la educación de los hijos, sobre todo universitaria, está entre las medidas en evaluación por el Ejecutivo. La familia biparental ha sido discriminada de los beneficios sociales", dicen en el Sernam.
Por Alejandro Sáez Rojas, El Mercurio.
Debe ser una de las tareas más difíciles para las políticas públicas el diseñar medidas pro familia. Es que los tiempos han cambiado y hoy ya no es el matrimonio la única forma de concebir la familia.
De hecho, en el propio Gobierno -así lo dice la subdirectora del Sernam, María Paz Lagos- aceptan como una realidad que los chilenos vean a la familia como un vínculo que incluye afectos incondicionales y perdurables en el tiempo, que no necesariamente pasan por estar civilmente unidos.
Pero es claro que hay semáforos en rojo que alertan sobre la situación de la familia tradicional en Chile. Cada vez son menos quienes optan por casarse.
De hecho, en 1990 eran cerca de 100 mil las personas que se vinculaban civilmente. Al año pasado esa cifra había caído a la mitad, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
También están naciendo menos niños. La tasa de natalidad descendió desde 2,5 hijos por mujer en 1992 a 1,92 en 2008. La meta de la autoridad es que no continúe bajando.
La familia biparental (padre-madre) de hecho pasó a representar el 41,6% de los hogares en el Censo de 1992 a 37,4% en la misma medición diez años más tarde.
Para la subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), "la familia biparental ha sido discriminada de los beneficios sociales".
La autoridad ejemplifica: la ficha de protección social otorga mayor puntaje de vulnerabilidad a discapacitados, adultos mayores y madres solteras. Por ello esos grupos tienen acceso preferente a vivienda y otros subsidios.
"Sin duda que esta es una población vulnerable", dice Lagos, "Pero en el caso de las madres solteras se ha prestado para ciertas distorsiones del sistema, en que muchas veces la gente esconde al marido para acceder a un beneficio".
"Esto tiene que cambiar de manera que el sistema sea más transparente y que la familia sea mirada con orgullo y no como carga", comenta.
En conjunto con otros ministerios con vinculación a lo social, evalúan estas realidades con el objetivo de mejorarlas, pero sin descuidar la protección de grupos vulnerables como las madres solteras.
También para estimular la natalidad en la familia, el Sernam y el ministerio de Educación estudian en conjunto cómo aliviar el costo educacional, especialmente superior, de las familias.
Esto en orden a subir el número de hijos, donde el costo educativo tiene una fuerte incidencia.
En la línea de proteger a la familia, la Fundación Jaime Guzmán lanzó una batería de propuestas tributarias para incentivar la familia.
Pero hay bemoles. El Instituto Igualdad, ligado al Partido Socialista, ve con preocupación que se generen políticas públicas que estén focalizadas en un sólo concepto de familia.
Fundación Jaime Guzmán propone plan tributario por US$ 840,5 millones para ayudar a matrimonios con mayor número de hijos
La familia, entendida como el matrimonio entre un hombre y una mujer, se ha venido debilitando.
Con este diagnostico, la Fundación Jaime Guzmán hizo llegar al Presidente Sebastián Piñera y al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, un plan para darle un respiro económico a la familia clásica, a través de estímulos tributarios y que también fomenten la natalidad.
Este proyecto tendría un costo fiscal anual estimado de US$ 840,5 millones e iría en directo beneficio de los grupos de clase media, que son los más afectadas por los impuestos, dice el subdirector de la Fundación Jaime Guzmán, Jaime Bellolio.
Los hogares de ingresos más bajos no pagan impuestos a la renta, como sí ocurre con los grupos medios (III y IV quintil), cuyos ingresos totales por hogar son de $460 mil y $720 mil, respectivamente.
Según los datos de la Encuesta Casen, estos dos segmentos son los que tienen más hijos dentro de los que tributan.
Para la Fundación, en la familia se distribuyen mejor los costos del hogar y un hombre y una mujer se complementan en las distintas tareas domésticas.
Pese al efecto positivo, los datos revelan que en la actualidad hay más rupturas y menos matrimonios.
Una de las propuestas más importantes es pagar impuestos de acuerdo al número de hijos. El mecanismo permitiría a los padres sumar sus ingresos y dividirlos por el número de integrantes del grupo y a ese resultado se le aplicaría una tabla de tributación individual.
Esta iniciativa apoyaría el reintegro de la madre al mundo del trabajo (paga menos impuestos al consolidarlos con los de su marido), "lo que va en la línea de fomentar la participación laboral femenina", agrega la Fundación.
La propuesta también considera que se permita descontar de la base de impuesto personal 1 UF adicional por cada hijo a lo que ya existe para efectos del cálculo de Fonasa o isapres.
Una segunda propuesta es que el Estado realice un aporte inicial de 15 UF ($320.000) en una cuenta individual al momento de nacer, la que funcionaría de manera similar a las cuentas de ahorro previsional. A esto lo llamaron el "Ahorro previsor".
Un tercer eje de propuestas está en incrementar y universalizar los bonos que se le dan a la familia. Se propone un subsidio universal de $10.000 por niño mensual para los grupos más pobres, monto que se reduce para los tramos más ricos.
Proponen también elevar en 1 Unidad Tributaria Anual los montos que las empresas descuentan como gastos por escolaridad y becas para la educación superior.
Una última propuesta es entregar a toda madre un bono por hijo nacido para libre uso. Para el quintil más pobre es de $80.000 mientras que para el más rico es de $10.000.
Lo recibiría la madre porque los estudios dicen que ella destina más dinero a las necesidades de los hijos.
El Gobierno calificó como "interesante" la propuesta de la Fundación. En el Instituto Igualdad (PS) repararon en que se concentre en un tipo de familia y que sólo beneficie a sectores que no son los más vulnerables.
Por Alejandro Sáez Rojas, El Mercurio.
Debe ser una de las tareas más difíciles para las políticas públicas el diseñar medidas pro familia. Es que los tiempos han cambiado y hoy ya no es el matrimonio la única forma de concebir la familia.
De hecho, en el propio Gobierno -así lo dice la subdirectora del Sernam, María Paz Lagos- aceptan como una realidad que los chilenos vean a la familia como un vínculo que incluye afectos incondicionales y perdurables en el tiempo, que no necesariamente pasan por estar civilmente unidos.
Pero es claro que hay semáforos en rojo que alertan sobre la situación de la familia tradicional en Chile. Cada vez son menos quienes optan por casarse.
De hecho, en 1990 eran cerca de 100 mil las personas que se vinculaban civilmente. Al año pasado esa cifra había caído a la mitad, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
También están naciendo menos niños. La tasa de natalidad descendió desde 2,5 hijos por mujer en 1992 a 1,92 en 2008. La meta de la autoridad es que no continúe bajando.
La familia biparental (padre-madre) de hecho pasó a representar el 41,6% de los hogares en el Censo de 1992 a 37,4% en la misma medición diez años más tarde.
Para la subdirectora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), "la familia biparental ha sido discriminada de los beneficios sociales".
La autoridad ejemplifica: la ficha de protección social otorga mayor puntaje de vulnerabilidad a discapacitados, adultos mayores y madres solteras. Por ello esos grupos tienen acceso preferente a vivienda y otros subsidios.
"Sin duda que esta es una población vulnerable", dice Lagos, "Pero en el caso de las madres solteras se ha prestado para ciertas distorsiones del sistema, en que muchas veces la gente esconde al marido para acceder a un beneficio".
"Esto tiene que cambiar de manera que el sistema sea más transparente y que la familia sea mirada con orgullo y no como carga", comenta.
En conjunto con otros ministerios con vinculación a lo social, evalúan estas realidades con el objetivo de mejorarlas, pero sin descuidar la protección de grupos vulnerables como las madres solteras.
También para estimular la natalidad en la familia, el Sernam y el ministerio de Educación estudian en conjunto cómo aliviar el costo educacional, especialmente superior, de las familias.
Esto en orden a subir el número de hijos, donde el costo educativo tiene una fuerte incidencia.
En la línea de proteger a la familia, la Fundación Jaime Guzmán lanzó una batería de propuestas tributarias para incentivar la familia.
Pero hay bemoles. El Instituto Igualdad, ligado al Partido Socialista, ve con preocupación que se generen políticas públicas que estén focalizadas en un sólo concepto de familia.
Fundación Jaime Guzmán propone plan tributario por US$ 840,5 millones para ayudar a matrimonios con mayor número de hijos
La familia, entendida como el matrimonio entre un hombre y una mujer, se ha venido debilitando.
Con este diagnostico, la Fundación Jaime Guzmán hizo llegar al Presidente Sebastián Piñera y al ministro de Hacienda, Felipe Larraín, un plan para darle un respiro económico a la familia clásica, a través de estímulos tributarios y que también fomenten la natalidad.
Este proyecto tendría un costo fiscal anual estimado de US$ 840,5 millones e iría en directo beneficio de los grupos de clase media, que son los más afectadas por los impuestos, dice el subdirector de la Fundación Jaime Guzmán, Jaime Bellolio.
Los hogares de ingresos más bajos no pagan impuestos a la renta, como sí ocurre con los grupos medios (III y IV quintil), cuyos ingresos totales por hogar son de $460 mil y $720 mil, respectivamente.
Según los datos de la Encuesta Casen, estos dos segmentos son los que tienen más hijos dentro de los que tributan.
Para la Fundación, en la familia se distribuyen mejor los costos del hogar y un hombre y una mujer se complementan en las distintas tareas domésticas.
Pese al efecto positivo, los datos revelan que en la actualidad hay más rupturas y menos matrimonios.
Una de las propuestas más importantes es pagar impuestos de acuerdo al número de hijos. El mecanismo permitiría a los padres sumar sus ingresos y dividirlos por el número de integrantes del grupo y a ese resultado se le aplicaría una tabla de tributación individual.
Esta iniciativa apoyaría el reintegro de la madre al mundo del trabajo (paga menos impuestos al consolidarlos con los de su marido), "lo que va en la línea de fomentar la participación laboral femenina", agrega la Fundación.
La propuesta también considera que se permita descontar de la base de impuesto personal 1 UF adicional por cada hijo a lo que ya existe para efectos del cálculo de Fonasa o isapres.
Una segunda propuesta es que el Estado realice un aporte inicial de 15 UF ($320.000) en una cuenta individual al momento de nacer, la que funcionaría de manera similar a las cuentas de ahorro previsional. A esto lo llamaron el "Ahorro previsor".
Un tercer eje de propuestas está en incrementar y universalizar los bonos que se le dan a la familia. Se propone un subsidio universal de $10.000 por niño mensual para los grupos más pobres, monto que se reduce para los tramos más ricos.
Proponen también elevar en 1 Unidad Tributaria Anual los montos que las empresas descuentan como gastos por escolaridad y becas para la educación superior.
Una última propuesta es entregar a toda madre un bono por hijo nacido para libre uso. Para el quintil más pobre es de $80.000 mientras que para el más rico es de $10.000.
Lo recibiría la madre porque los estudios dicen que ella destina más dinero a las necesidades de los hijos.
El Gobierno calificó como "interesante" la propuesta de la Fundación. En el Instituto Igualdad (PS) repararon en que se concentre en un tipo de familia y que sólo beneficie a sectores que no son los más vulnerables.