Cientos de miles de fieles coparon los santuarios marianos y templos dedicados a la Virgen en la solemnidad de la Inmaculada Concepción. El Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, presidió en el santuario del cerro San Cristóbal la misa de las 12:30 horas.
Por Iglesia de Santiago.
La eucaristía fue concelebrada por el rector del recinto, Padre Rodrigo Tupper; el vicario para la Familia, Padre Mareck Burzawa, sacerdotes y diáconos, además de la participación de cientos de fieles que repletaron la terraza a los pies de la imagen de la Inmaculada Concepción.
Al comenzar la liturgia, el Padre Rodrigo Tupper expresó el deseo de los celebrantes de rezar por el eterno descanso de los reos fallecidos en la cárcel de San Miguel y por todos sus familiares.
El Arzobispo de Santiago inició su homilía expresando “un dolor muy grande al enterarnos de lo que había ocurrido en la cárcel de San Miguel”.
Llamó a todos los presentes a rezar por los reos fallecidos, por los que están graves en los hospitales “y también por todos los familiares que han sufrido una angustia terrible y ahora van a sufrir al ausencia de un ser muy querido”.
Luego, señaló que en esta fiesta “se manifiesta de una manera muy especial el designio de salvación de Dios”, después el pecado original. “Es un Dios de amor, un Dios benevolente, es un Dios cuyo perdón va de generación en generación”.
Ese perdón se mostró en diversas alianzas, dijo, hasta enviar, en la Nueva Alianza, a su propio Hijo “para amar a los hombres hasta el extremo”.
Agregó que ese plan de salvación de Dios “comienza a ser visible, palpable, aquí en al tierra a través de la Virgen María”.
El Cardenal agregó que “sabiendo cada uno de nosotros en qué puntos fallamos, en qué puntos cojeamos, qué cosas quisiéramos superar, pidámosle a la Virgen la gracia que interceda por nosotros, para superar tantas distancias, tantas rupturas, porque nosotros queremos seguir su camino”.
Testimonios
Entre los asistentes que concurrieron masivamente al santuario del cerro San Cristóbal, Fernando Burgos declaró que “siempre vengo a la misa del cerro todos los 8 de diciembre y es muy bonito la gran cantidad de gente que viene. Yo soy un fiel devoto de la Virgen y ahora quiero participar en la misa que va a celebrar el Cardenal Errázuriz.
Por su parte, Silvia dijo que “me motiva venir a dar gracias a Dios y a la Virgen por las bendiciones recibidas en mi familia y en el trabajo. Vengo todos los años a este santuario. La Virgen me acompañó en un proceso muy difícil por la muerte de mi esposo y a mí y a mis hijos nos ha acompañado siempre”.
Camila Undurraga, del Liceo 7 de Providencia, expresó que “desde chica he sido bien católica y siempre cercana a la Iglesia, y en el colegio me motivaron a venir. Un grupo de alumnas subimos a pie desde Pío Nono”.
Irlanda Vargas, del mismo establecimiento, añade que “es algo verdaderamente importante participar en esta fiesta de la Virgen, súper lindo, y es muy impresionante ver tanta gente que viene”.
Por Iglesia de Santiago.
La eucaristía fue concelebrada por el rector del recinto, Padre Rodrigo Tupper; el vicario para la Familia, Padre Mareck Burzawa, sacerdotes y diáconos, además de la participación de cientos de fieles que repletaron la terraza a los pies de la imagen de la Inmaculada Concepción.
Al comenzar la liturgia, el Padre Rodrigo Tupper expresó el deseo de los celebrantes de rezar por el eterno descanso de los reos fallecidos en la cárcel de San Miguel y por todos sus familiares.
El Arzobispo de Santiago inició su homilía expresando “un dolor muy grande al enterarnos de lo que había ocurrido en la cárcel de San Miguel”.
Llamó a todos los presentes a rezar por los reos fallecidos, por los que están graves en los hospitales “y también por todos los familiares que han sufrido una angustia terrible y ahora van a sufrir al ausencia de un ser muy querido”.
Luego, señaló que en esta fiesta “se manifiesta de una manera muy especial el designio de salvación de Dios”, después el pecado original. “Es un Dios de amor, un Dios benevolente, es un Dios cuyo perdón va de generación en generación”.
Ese perdón se mostró en diversas alianzas, dijo, hasta enviar, en la Nueva Alianza, a su propio Hijo “para amar a los hombres hasta el extremo”.
Agregó que ese plan de salvación de Dios “comienza a ser visible, palpable, aquí en al tierra a través de la Virgen María”.
El Cardenal agregó que “sabiendo cada uno de nosotros en qué puntos fallamos, en qué puntos cojeamos, qué cosas quisiéramos superar, pidámosle a la Virgen la gracia que interceda por nosotros, para superar tantas distancias, tantas rupturas, porque nosotros queremos seguir su camino”.
Testimonios
Entre los asistentes que concurrieron masivamente al santuario del cerro San Cristóbal, Fernando Burgos declaró que “siempre vengo a la misa del cerro todos los 8 de diciembre y es muy bonito la gran cantidad de gente que viene. Yo soy un fiel devoto de la Virgen y ahora quiero participar en la misa que va a celebrar el Cardenal Errázuriz.
Por su parte, Silvia dijo que “me motiva venir a dar gracias a Dios y a la Virgen por las bendiciones recibidas en mi familia y en el trabajo. Vengo todos los años a este santuario. La Virgen me acompañó en un proceso muy difícil por la muerte de mi esposo y a mí y a mis hijos nos ha acompañado siempre”.
Camila Undurraga, del Liceo 7 de Providencia, expresó que “desde chica he sido bien católica y siempre cercana a la Iglesia, y en el colegio me motivaron a venir. Un grupo de alumnas subimos a pie desde Pío Nono”.
Irlanda Vargas, del mismo establecimiento, añade que “es algo verdaderamente importante participar en esta fiesta de la Virgen, súper lindo, y es muy impresionante ver tanta gente que viene”.