En su mensaje de Pascua Benedicto XVI ha querido subrayar que "la Resurrección de Cristo no es fruto de una especulación, de una experiencia mística", sino un hecho. Centra el mensaje pascual en el acontecimiento que fundamenta el cristianismo.
Por Zenit.org
"Es un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia, pero que sucede en un momento preciso de la historia dejando en ella una huella indeleble", afirmó el pontífice después de mediodía al dirigirse desde el balcón de la Basílica de San Pedro a los más de 70 mil peregrinos que llenaban la plaza vaticana.
Una vez más, como ha venido haciendo en cada domingo de resurrección desde el inicio de su pontificado, destacó el hecho histórico en el que el cristianismo encuentra su fundamento.
"Hasta hoy -incluso en nuestra era de comunicaciones supertecnológicas- la fe de los cristianos se basa en aquel anuncio, en el testimonio de aquellas hermanas y hermanos que vieron primero la losa removida y el sepulcro vacío", aseguró.
"La resurrección de Cristo no es fruto de una especulación, de una experiencia mística --recalcó--. Es un acontecimiento que sobrepasa ciertamente la historia, pero que sucede en un momento preciso de la historia dejando en ella una huella indeleble".
"La luz que deslumbró a los guardias encargados de vigilar el sepulcro de Jesús ha atravesado el tiempo y el espacio. Es una luz diferente, divina, que ha roto las tinieblas de la muerte y ha traído al mundo el esplendor de Dios, el esplendor de la Verdad y del Bien".
Ante un auténtico espectáculo de flores, traídas y ornamentadas por floristas holandeses, el pontífice continuó su mensaje pascual asegurando que "así como en primavera los rayos del sol hacen brotar y abrir las yemas en las ramas de los árboles, así también la irradiación que surge de la resurrección de Cristo da fuerza y significado a toda esperanza humana, a toda expectativa, deseo, proyecto".
"En el cielo, todo es paz y regocijo. Pero en la tierra, lamentablemente, no es así", reconoció el obispo de Roma, quien después recorrió los rincones del planeta que sufren situaciones de "miseria, hambre, enfermedades, guerras, violencias".
"Y, sin embargo, Cristo ha muerto y resucitado precisamente por esto. Ha muerto a causa de nuestros pecados de hoy, y ha resucitado también para redimir nuestra historia de hoy", concluyó, resumiendo el mensaje central que los cristianos siguen anunciando dos mil años después de aquel acontecimiento.
El pontífice pronunció su mensaje de felicitación por la Pascua en 65 idiomas.
El papa se retiró en la tarde del domingo a la residencia pontificia de Castel Gandolfo y regresará a Roma para presidir la beatificación de Juan Pablo II, el 1 de mayo, Domingo de la Divina Misericordia.