Psicólogos rescatan la posibilidad de vivir el proceso de pérdida acompañados. Sin dramatismo y hasta con sentido del humor, los amigos de niños y adolescentes que fallecen están usando la red social para decirles lo que sienten por ellos y recordar los buenos momentos juntos.
Por Paula Leighton, El Mercurio.
"Domingo, ojalá estís allá arriba, pásalo cuático. Acá abajo rezamos por ti"; "Chuma, tu misa estuvo llenísima! Suerte wn"; "Un mes, Domingo. Se te extraña mucho".
Los mensajes en el Facebook de Domingo no han parado. Eso, pese a que hace dos meses "Chuma", como le dicen sus amigos, falleció a causa de una inexplicable falla eléctrica del corazón.
Tenía sólo 12 años. La misma edad de los amigos y amigas que todos los días escriben en su muro y lo etiquetan en fotos de paseos de curso, cumpleaños y celebraciones.
Y no se trata de un caso excepcional. Son innumerables los casos de adolescentes y jóvenes que luego de fallecer mantienen su presencia virtual en Facebook.
Te quiero, Perro
Quienes han podido acceder a más de una de estas cuentas encuentran varios elementos en común: la palabra muerte brilla por su ausencia.
A cambio, abundan las referencias a la presencia del amigo en otro lugar ("pásalo bkn allá arriba", "suerte la tuya de estar en el cielo", "compadre, si veí a mi sobrino por ahí le mandai saludos").
Los "se te echa de menos" se multiplican y también la expresión abierta de sentimientos ("te quiero, loco", "Nunca te voy a olvidar mi perro", "te quiero enanaaaaa").
No hay drama en los mensajes. El lenguaje coloquial y las bromas no desaparecen ("fue la raja haberte conocido", "me imagino cómo te han pedido ayuda en las pruebas, jajaja") y los más cercanos ponen en su perfil fotos donde aparecen con el amigo que ya no está.
"Creo que es una forma súper útil para desahogarse escribirle en el muro algo que quedó pendiente o que quieres que sepa", dice Sebastián Ramírez. Su amigo Lucca (19 años) murió hace casi dos semanas y el muro de su Facebook no para de recibir mensajes.
Lo mismo pasa con la cuenta de Paula (23), que falleció en marzo.
"Yo le escribo cuando me acuerdo de algo que hicimos juntas o cuando se cumple un mes desde que murió... mucha gente le dice que la echa de menos. Y eso ha significado que su familia sepa que ella fue alguien muy importante y valioso en la vida de muchas personas", cuenta su amiga Natalia Quiero.
Con el tiempo, los mensajes se van espaciando, pero resurgen con fuerza para los cumpleaños, aniversarios de la muerte y fechas significativas.
Es lo que ocurre con los Facebook de las niñas del colegio Cumbres que fallecieron durante su viaje de estudios, en 2008.
"A mí no me gusta ir al cementerio y siento que poder escribirle un mensaje privado en su Facebook es más directo, porque es de ella, ahí pongo lo que le diría si estuviera viva. Escribirlo lo hace más palpable, puedes expresarte mejor que cuando piensas, porque los pensamientos vuelan...", cuenta una amiga de algunas niñas de ese curso.
Para el psicólogo Marco Antonio Campos, académico de la U. Central y presidente de la Fundación Vínculos, este tipo de comunicación cercana e informal que los jóvenes mantienen a través de Facebook "hace más llevadero el duelo, desdramatiza el dolor y es parte del proceso de elaborar la muerte no como algo deprimente, sino como un hecho de la vida, algo que puedes acostumbrarte a vivir".
Lo confirma Sebastián. "A mí me produce felicidad ver su Facebook, me tranquiliza, porque veo las fotos y los videos de los momentos alegres que pasamos juntos. Me alegra, más que darme pena".
La psicóloga Érika Castro, directora del Instituto Familia Educa, rescata la vivencia colectiva.
"Este duelo grupal que se genera al dejar mensajes en el muro del amigo no sólo les permite expresar sus sentimientos, sino también sentirse acompañados y acogidos por otros que están pasando por lo mismo. Es una forma de sentir que el amigo sigue viviendo al interior del grupo".
"Lo importante en el duelo es expresar, ponerle palabras a lo que estás viviendo y, en ese sentido, hacerlo a través del Facebook del amigo que murió puede ayudar a hacer un duelo sano". Ertika Castro, psicóloga
¿Mantener la Cuenta Abierta o Cerrarla?
Sebastián cuenta que los amigos más cercanos de Lucca se plantearon si debían cerrar su cuenta. Decidieron que no. "Consideramos que era bueno dejar que todos le escriban lo que sienten, porque eso ayuda a estar más tranquilo". Tampoco quiso eliminarla la familia de Domingo. "Queremos mantener la cuenta viva, porque ese es un espacio de sus amigos, que es parte de su mundo íntimo y privado", cuenta su mamá.
En el caso de las niñas del colegio Cumbres, no sólo permanecen abiertas sus cuentas. También se crearon varios grupos en Facebook. El más popular supera los 105 mil miembros.
Para quienes quieren cerrar la cuenta de una persona que fallece, Facebook ofrece la posibilidad de que un familiar directo solicite su eliminación o que la convierta en un memorial (desaparecen los detalles personales y sólo sus amigos confirmados pueden entrar). Ambas opciones están disponibles en: www.facebook.com/help/?search=death.