Ya se sabe, las niñas siempre se organizan para quedarse a dormir en la casa de una amiga. El tema es dejarlas o no. Para ayudarlos a decidir, aquí los consejos de los expertos.
Por Cecilia Yáñez, La Tercera
Es una de esas cosas que llega con el colegio y que, a medida que pasan los días, se convierte en un ineludible: la pijamada.
Más frecuente entre las niñitas que entre los niños, se ha ido convirtiendo en una de las actividades propias de la infancia.
Y desde muy temprano, es decir, ya en segundo básico comienzan los intentos exploratorios con los padres para lograr el permiso en tercero básico, cuando la mayoría tiene o cumple nueve.
¿Buena idea? ¿Mala idea? Los entendidos dicen que sirven para el desarrollo y la independencia de los niños, y también para que los padres conozcan mejor a los amigos de sus hijos.
Pero manteniendo todo el respeto por los especialistas y todas esas cosas, claramente subsiste uno o, la verdad, varios problemas: ¿Dar o no permiso? ¿Cómo lo hago si vienen a mi casa? ¿A qué edad?
Para la sicóloga y escritora Roni Cohen-Sandler, de acuerdo con el Chicago Tribune, todo depende de la cantidad de invitados a dormir.
Es decir, para ella, mientras más pequeño sea el niño, menor debe ser el grupo. "Si la niña tiene nueve años, es recomendable tres invitadas. Si tiene 12, seis", indicó.
Para la sicóloga infantojuvenil Magdalena Manríquez, de la U. Andrés Bello, en tanto, no pueden ser menores de siete años, porque a partir de esa edad es que "un niño tiene la autonomía suficiente para estar separado de sus figuras primarias de apego por un tiempo prolongado, es capaz de tomar decisiones y de manifestar acuerdos y desacuerdos".
¿Y para qué niños no es recomendable? De acuerdo con la pediatra y escritora Perri Klass, según dijo a The New York Times, si bien existen pocos estudios que den cuenta de los aspectos negativos o beneficios de este tipo de reuniones, según su experiencia, los niños o niñas con problemas como, por ejemplo, enuresis nocturna (que mojan la cama) no debieran participar.
Para Manríquez, "no se recomienda para niños muy ansiosos, inseguros, con dificultades de separación, trastornos del sueño y que tienen problemas en control de esfínter, o bien, trastornos de conducta importantes".
Eso en lo que respecta a los momentos previos, porque llegada la hora de juntarse en la casa elegida, hay un par de reglas que alivian la tensión de tener un grupo de niñas(os) en la casa y un grupo de padres preocupados en el teléfono.
Así, por ejemplo, para evitar el acoso o un posible acto de bullying, la sicóloga Cohen-Sandler dijo al Chicago Tribune que era mejor que los padres organizadores requisaran los celulares, para que los niños o niñas no envíen mensajes de textos o realicen llamadas que puedan resultar ofensivas para otros niños.
Ahora, si la pijamada o reunión no es en su casa, contacte a los papás organizadores y pregunte cuáles serán los planes, actividades y reglas de la actividad, recomienda Cohen-Sandler.
Así, usted se queda más tranquilo y, de paso, ayuda a disminuir la ansiedad de su hijo al explicarle las normas que deberá acatar.
Para la pediatra Klass, al momento de hablar con los anfitriones responsables, es también una buena oportunidad para contarles si su hijo tiene algún problema de sueño o si se despierta en la noche.
Y para el sicólogo clínico de la Clínica Santa María, Juan Pablo Westphal, un aspecto importante "es establecer reglas del tipo 'llámame cuando te pongas el pijama' o 'cuando te despiertes en la mañana' o 'yo te llamaré a tal hora para saber cómo estas'.
La idea es establecer límites claros y pasos a seguir para reducir la ansiedad de los padres y de los hijos".