Expertos recomiendan en junio planificar qué se quiere lograr y en julio iniciar repaso de materias.
Por Patricia Reyes, La Tercera.
A pesar de los cinco meses que quedan para rendir la PSU, los expertos concuerdan en que este es el tiempo preciso para quienes aún no están de lleno en su preparación y pretenden subir el puntaje.
La clave estaría en diseñar un plan de estudios ahora, y para ello hay recomendaciones que deberían ser seguidas mes a mes.
"Estos consejos van para la mayoría de quienes preparan la PSU y que no han logrado la capacidad de estudiar de manera sistemática y continua", señala Josefina Guerra, directora del preuniversitario de la U. Andrés Bello.
Junio: Planificación
El alumno debería definir qué carrera quiere estudiar y qué debe hacer para lograrlo.
Para ello, se recomienda una autoevaluación, es decir, empezar por realizar ensayos de cada ramo para saber qué puntaje necesita y cuáles son las áreas más débiles, para así ordenar sus tiempos.
También colocarse metas semanales de estudio, que tienen más probabilidades de que se cumplan que metas más largas.
"El alumno debe planificarse en base a metas por prueba; una dosis diaria de estudio de dos horas, por lo bajo, y que incluya fines de semana, pero con tiempo para distraerse", explica la sicóloga María Eugenia Sandoval, del preuniversitario Pedro de Valdivia.
Julio: Vacaciones y Estudio Inicial
Este es un mes complejo por las vacaciones. Los expertos recomiendan que quienes cursan cuarto medio se las tomen, pero sin olvidar las metas que se propusieron en junio.
"El alumno puede aprovechar de repasar los contenidos de primero y segundo medio, que están más olvidados", recomienda Flavia Valech, directora de Academia Ilustra, dedicada a la preparación de la PSU.
Además, julio es el mes de inscripción para gran parte de los preuniversitarios intensivos que se inician en agosto.
"Estos cursos pueden tomarlos quienes quieren cambiarse de carrera y necesitan actualizar sus conocimientos o si es un buen alumno en cuarto medio y necesita sólo ejercitar.
Un alumno que ha estudiado poco y tiene más vacíos no tendrá una ganancia tan eficiente", aclara Josefina Guerra.
Agosto y Septiembre: Estudio Intensivo
Lo aconsejable son dos horas diarias, comenzando por las áreas más débiles.
"Esto debería complementarse con un ensayo a la semana y de materias diferentes, para que no haya desfase entre las preguntas y lo que se estudia", comenta María Eugenia Sandoval.
Además, un día a la semana dedicarlo completamente a la ejercitación. "El ejercicio es una forma útil de trabajo, sobre todo en matemáticas: que el alumno estudie y luego haga un ejercicio. No hacer 20 ejercicios, sino 10 y resolverlos bien. La rapidez viene después", dice.
El complemento debe ir también en las materias: priorizar las más complejas, pero sin dejar de lado las que se dominan más.
"Dedicar dos tercios del tiempo a las materias difíciles y el resto a las más fáciles. Lo que sé más es una fortaleza y no puedo descuidarla", agrega Guerra.
Octubre: Repaso
Los estudiantes deben dejar de practicar lo más débil y el estudio intensivo para dedicarse al repaso y hacer un análisis de los avances. "El alumno debería preguntarse: ¿Superé lo más complejo?, ¿aún me falta?", dice Sandoval.
Si aún no se logra del todo, hay tiempo para remediar el problema. Y si ha cumplido, puede comenzar con el repaso. "En octubre, si una materia no se entendió, queda como contenido no pasado. No puede aprender materias nuevas", concluye la experta.
Noviembre: Revisión
El repaso puede extenderse hasta los primeros días de noviembre. Sin embargo, lo recomendable es que este mes se dedique sólo a una revisión de temas puntuales o que cuesten mucho: repasar las fórmulas en química, algunas definiciones en lenguaje o los mapas conceptuales que el alumno hizo para estudiar.
Para la mayoría de los expertos, lo apropiado es revisar la materia hasta una semana antes de la prueba, pues en esas fechas la ansiedad impide que el alumno incorpore nuevos conocimientos.
Sin embargo, también se sabe que dejar los estudios totalmente de lado en la última semana es prácticamente imposible.
Cuánto se Puede Subir
Expertos estiman que se puede subir entre 100 y 200 puntos. Aunque hay áreas donde es más fácil.
Lenguaje. Como la mayoría de las preguntas tienen que ver con comprensión de lectura y eso no es ejercitable, se estima que se pueden subir hasta 150 puntos.
Matemáticas. La clave para preparar esta prueba es la ejercitación. Con eso, un estudiante que parte con 500 puntos puede llegar a los 700.
Depende del punto inicial. Según los expertos, es más fácil subir de los 400 a 500 puntos; o de 500 a 600 puntos, que de 700 a 800, por el nivel de complejidad que implican las preguntas.