Uno de cada diez niños en Chile ha vivido un fenómeno relacionado con esta práctica, que es vista como la antesala de la agresión y el abuso físico.
Por C. González y A. Ibarra, El Mercurio.
Una pena de hasta cinco años de cárcel es una de las principales medidas que establece la nueva ley contra el grooming; es decir, el acoso sexual de menores a través de la red.
La normativa, que fue promulgada el 16 de agosto pasado, considera como agravante el hecho de que un adulto falsee su identidad o edad al momento de ponerse en contacto con un menor a través de las redes sociales de internet.
"Esto viene a llenar un vacío legal; la ley amplía la figura del abuso impropio, ahora por medios electrónicos. El grooming es la antesala del abuso físico", precisa el senador DC Ignacio Walker, creador de la iniciativa.
En esta práctica, un adulto contacta a menores para tener conversaciones de carácter sexual, obtener imágenes y, en último término, reunirse en persona y abusar sexualmente de ellos.
Con la nueva ley, todo material y registro de esas conversaciones sirven por sí solos para sancionar al abusador cuando la víctima tiene menos de 14 años.
"Si tiene entre 14 y 18, deben agregarse otros requisitos, como abuso de fuerza, intimidación o amenazas, por ejemplo", precisa Walker.
Relatos Parciales
Un aspecto interesante de la nueva legislación es que obliga a los proveedores de internet a almacenar la información sobre los usuarios y su actividad en la red durante un año.
"Antes eran seis meses, lo que ocasionaba que la información no estuviera disponible en aquellos casos en que el menor se tarda en realizar la denuncia, ya sea por temor o vergüenza", explica el subprefecto Jaime Jara, jefe de la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones.
En la brigada del cibercrimen, los especialistas hacen un análisis forense del equipo en busca de evidencia.
"Muchas veces las historias de los menores son relatos parciales de lo que realmente sucedió. Los niños cuentan que alguien los está molestando, pero en el análisis se puede establecer el uso de la webcam o el envío de imágenes a un tercero", agrega Jara.
Aunque no se tienen estadísticas, el grooming es una práctica más común de lo que se cree en el país. "Hay una gran conectividad y una penetración altísima de las redes sociales entre los niños y adolescentes", dice el senador Walker.
El 31% de los menores de 18 años revela datos personales y familiares, así como actividades y fotografías, según un estudio de 2010 de la Universidad Bernardo O'Higgins y la Subsecretaría de Investigaciones.
Eso no es lo peor: el estudio "Radiografía del Chile Digital 2.0", realizado por la consultora Divergente en 2010, establece que uno de cada diez niños ha vivido un fenómeno relacionado con el grooming .
Niños Vulnerables
Por ejemplo, "el 13,6% reconoce que algún contacto lo ha engañado con su identidad y el 11,1% ha sido presionado para entregar información en la red", dice Miguel Arias, psicólogo y director de Divergente.
"Los que están en mayor riesgo son los 'huérfanos digitales', niños que declaran que sus padres no les limitan ni controlan nada de lo que navegan en internet", precisa.
El riesgo es mayor cuando se agregan otros factores emocionales. "La vulnerabilidad afectiva y social es un denominador común en las víctimas", comenta la psicóloga infanto-juvenil Lorena Bravo.
"Por lo general son niños con una autoestima baja, con vacíos afectivos importantes, con problemas de relaciones interpersonales, motivo por el cual son más dados a entregar información y crear contacto cuando encuentran a alguien que les da atención".
Pero también hay otro grupo de adolescentes más arriesgados que piensan que no les puede pasar nada, y se involucran en estas conductas.
Los expertos sugieren a padres y profesores involucrarse en las nuevas tecnologías. "Que puedan entender y controlar los códigos que se establecen, facilita la comunicación con los niños", precisa la psicóloga.
Y ante la sospecha de que un menor está siendo víctima de grooming , el primer paso es acercarse a la brigada del Cibercrimen.
"Es aconsejable no hacer nada en el computador donde se establecen las comunicaciones, ya que es una evidencia informática importante, y hay que protegerla como tal", puntualiza el subprefecto Jara.
47,3% de los niños chilenos de 5 a 9 años tiene cuenta en Facebook, pese a que la edad mínima para inscribirse es de 13 años.