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Opinión: El Derecho a ser Creativo


Por Neva Milicic, psicóloga.

Si bien teóricamente todos los adultos están de acuerdo con la importancia que tiene desarrollar la creatividad en los contextos familiares y escolares, la rutina es uno de los mayores enemigos para ser creativo, con tal peso sobre nuestros comportamientos, que el entorno y las actividades que desarrollan los niños suelen ser percibidos por ellos como poco originales y bastante aburridas.

Paul Kaufman, coautor del libro "El espíritu creativo", plantea que el lenguaje universal del espíritu creativo son la alegría, la responsabilidad y la confianza.

Ciertamente, cuando los niños están inmersos en una actividad que supone innovación, se sienten inundados de un espíritu generativo que los llena de felicidad.

Basta mirar sus caras con ojos brillantes y ver la concentración que ponen en la tarea, para percibir el compromiso con que la están haciendo.
Esto sería opuesto a lo que llaman la "psicoesclerosis", o endurecimiento de las actitudes que nos impulsa a rechazar los cambios.

La creatividad, en la medida que es un fenómeno que parte de la interioridad, consiste en atreverse a explorar para encontrar nuevas respuestas, diferentes e innovadoras a problemas y situaciones.

Teresa Amabile, psicóloga experta en creatividad de la Universidad de Brandeis, plantea la necesidad de cuidarse de los asesinos de la creatividad, que ahogan la necesidad de los niños de explorar y hacer las cosas.

Uno de estos asesinos sería la "fijación funcional", que se refiere a caer en la rutina, que es una forma de hacer las cosas siempre igual y de manera estereotipada.

La creatividad es una conducta que no sólo proporciona bienestar a quien la posee, sino que tiene una enorme dimensión social.

Es de gran importancia desarrollar la creatividad, ya que ayuda a encontrar soluciones a nuevos problemas, o darles un enfoque diferente, o para hacer una adaptación a algo conocido.

Las personas creativas se preguntan sobre el sentido de lo que hacen, y cuando no lo encuentran, se preguntan qué podrían hacer para cambiarlo.

Los grandes creadores abren nuevas perspectivas en sus ámbitos de especialidad, y cuando se incursiona en sus biografías, se encuentra que demostraron desde pequeños una curiosidad y pasión extraordinaria.

Aumentar esa pasión natural que los niños tienen por las cosas y nutrir su curiosidad, sin desechar ninguna de sus inquietudes, es un imperativo cuando se quiere alentar el espíritu creativo.

Una manera de favorecer la creatividad, es dar a los niños espacios para conectarse con sus aspectos no conscientes, porque el inconsciente tiene una gran ventaja sobre la conciencia.

Allí está almacenado todo lo que han experimentado, han aprendido y las emociones que han sentido.

Cuando alguien se abre a preguntarse de manera creativa ¿cómo podría enfrentar esta situación de una manera diferente?, se conecta con toda la información que tiene disponible, y a ello se alude cuando se dice que los espíritus creativos se caracterizan por recurrir a la sabiduría del inconsciente.

La creatividad tiene una ventaja adicional que no es menor. Los niños creativos aportan a un grupo nuevas experiencias y nuevas perspectivas, haciendo de su familia y de su grupo curso, un ambiente más alegre, original y entretenido.