Por Neva Milicic, psicóloga. Los años de infancia y adolescencia son decisivos para el desarrollo psicológico, pues marcan significativamente el futuro de las personas. En estas etapas se construye el andamiaje de las estructuras mentales sobre las cuales se desarrollarán las competencias emocionales, cognitivas y sociales. Estas competencias son las herramientas con las cuales se desarrollará la interacción de los niños y los jóvenes con el medio social en que les tocará vivir. En la tarea de ser padres, que no es fácil, lo que los adultos vivieron como niños y como jóvenes, junto a sus experiencias emocionales positivas y al tipo de relación que tuvieron con sus figuras de apego, las crisis por las que atravesaron, sus experiencias escolares, las dificultades que debieron enfrentar, las experiencias positivas, los aprendizajes adquiridos, son elementos que podrán ayudarlos a comprender y a ser más empáticos con lo que el niño está experimentando.
Asociación de Padres de Familia del Instituto de Humanidades Luis Campino | Santiago de Chile