Cuando a jóvenes que no son asiduos se les expone a diario y por una semana a estos juegos, se producen cambios en áreas cerebrales relacionadas con el control emocional. Estudio con resonancia magnética.
Por Sebastián Urbina, El Mercurio.
Cada vez queda más claro que las personas no son inmunes a la violencia. Este es el caso de los videojuegos con contenidos agresivos y crueles, que pueden alterar el funcionamiento del cerebro de quienes hacen uso frecuente de ellos.
Así lo demostró un estudio con resonancia magnética, que reveló además que los cambios neuronales aún se mantienen presentes una semana después de la experiencia.
Los resultados del trabajo liderado por el doctor Yang Wang, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, se presentaron ayer en el encuentro anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, que se realiza en Chicago.
Conducta Reiterada
Para su trabajo, un grupo de investigadores dirigidos por Wang reclutó a 22 hombres jóvenes de entre 18 y 29 años. Ninguno era usuario habitual de estos productos. Ellos fueron asignados al azar a dos grupos de 11 integrantes cada uno.
En uno jugaron videojuegos violentos por un total de 10 horas a lo largo de una semana, y la semana siguiente descansaron. El otro grupo se mantuvo exento de esta rutina durante los 14 días que duró el experimento.
Para obtener datos comparativos, todos los participantes fueron sometidos a tres resonancias magnéticas: al inicio del estudio, después de una semana y al final de las dos semanas.
"Por primera vez hemos encontrado que los jóvenes expuestos a estos videojuegos evidencian una actividad menor en ciertas regiones frontales del cerebro", indicó el profesor Wang.
"Estas zonas son importantes en el control de las emociones y de las conductas agresivas", agregó este especialista.
Según advierte, si se comparan estas imágenes con investigaciones anteriores realizadas en adolescentes, "vemos que son similares a los trastornos conductuales disruptivos".
Para la psicóloga Tracy Dennis, experta en desarrollo infantil del Hunter College de Nueva York, "este estudio es un buen primer paso que demuestra que si tú haces una cosa una y otra vez por un período de tiempo, afectará tu cerebro".
El posible riesgo que representan los videojuegos violentos para quienes los usan ha sido materia de debate por muchos años.
Este trabajo parece ser la primera evidencia más contundente de que la violencia afecta al cerebro de los jugadores, aunque no está claro si esto los lleva a ser más agresivos.
Lo otro que queda claro en este trabajo es que después de una semana de descansar, la actividad cerebral se empieza a recuperar, aunque no se logra totalmente. Es decir, "el efecto de estos videojuegos es a largo plazo en las funciones cerebrales", explica Wang.
Para el neurólogo y psiquiatra infantil de Clínica Alemana, Marco Manríquez, estamos ante un estudio pequeño, por lo que faltaría hacer uno con mayor cantidad de participantes.
"Lo que sí vemos es que cuando los niños con descontrol de impulsos se exponen a videojuegos violentos, aumentan en ellos las conductas disruptivas", advierte este especialista.
Efectos
Mucha exposición a estos videojuegos empobrece las habilidades sociales de los niños, baja su rendimiento escolar y los hace más agresivos, según la Academia Americana de Psiquiatría.