Influencia de
los amigos más populares que no beben en exceso. Un estudio demuestra que su
participación es fundamental en el tratamiento de quienes ya presentan
problemas, pese a que también juegan un rol en incentivar el consumo.
"Sabemos que los adolescentes se dejan influenciar por sus amistades y en especial por aquellos que son más populares. En nuestra investigación vimos que las conductas antialcohol de estos últimos pueden ser una importante contribución al desarrollo de programas de prevención e intervención de alcoholismo", explica su autora, la doctora Hanneke Teunisse, de la Radboud University Nijmegen.
23% de los
estudiantes secundarios en EE.UU. reconoce haber tomado más de cinco bebidas
alcohólicas en las últimas dos semanas.
Por
Cristián González, El Mercurio.
En
la adolescencia, la opinión de los amigos es casi ley. Por eso, un método que
puede ser efectivo para reducir el consumo de alcohol a esa edad es enfrentar a
un adolescente que ya bebe mucho a la opinión y conductas de aquellos pares más
populares y con una relación con el trago más moderada o inexistente.
Esto
es lo que plantea un estudio realizado en 532 adolescentes de 14 y 15 años en
Holanda, y que saldrá publicado en julio en la revista Alcoholism: Clinical
& Experimental Research.
"Sabemos que los adolescentes se dejan influenciar por sus amistades y en especial por aquellos que son más populares. En nuestra investigación vimos que las conductas antialcohol de estos últimos pueden ser una importante contribución al desarrollo de programas de prevención e intervención de alcoholismo", explica su autora, la doctora Hanneke Teunisse, de la Radboud University Nijmegen.
Una
alternativa de intervención que, a juicio de los especialistas, debe ser tomada
en cuenta para reducir los problemas asociados al alcohol en la juventud.
"Cuando
los adolescentes beben, tienden a excederse; y eso deriva en muchas
consecuencias destructivas, como accidentes de tránsito y lesiones, por
ejemplo", comenta el doctor Terry Schneekloth, experto en adicciones y
psiquiatra de Clínica Mayo.
Para
dimensionar lo anterior, en dicho centro calcularon el costo asociado a
hospitalizaciones a causa del consumo de alcohol en menores de edad en Estados
Unidos. ¿La cifra? 755 millones de dólares anuales (más de $366 mil millones).
"Hay
que poner énfasis en que se pueden fijar medidas de prevención en los colegios
y universidades; con apoyo de la familia y particularmente de los pares, a
través de mensajes que eduquen sobre los efectos del alcohol. El apoyo
principal está ahí", enfatiza Schneekloth, de paso en Chile para
participar en un simposio sobre adicciones organizado por la Sociedad de
Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn).
En
el país el tema preocupa. Según la Encuesta Nacional de Salud, el 14,7% de los
jóvenes de 15 a 24 años cae en la categoría de consumo de riesgo.
"El
rito de 'la previa', juntarse a tomar en un lugar antes de salir, ya implica
que los adolescentes comienzan la noche con niveles de alcohol en la sangre que
pueden llegar a 0,5 o 1 gramo", advierte el doctor Gustavo Quijada,
director del simposio.
Una
situación en la que los pares juegan un rol determinante. "Si tienes un
grupo de amigos donde la mayoría toma, es mayor la probabilidad de que aumente
la predisposición individual a tener problemas con el alcohol", agrega
Quijada.
Esa
predisposición está determinada por rasgos de personalidad (muy dependiente o
buscadores de novedad), factores genéticos (familiares alcohólicos) y
patologías psiquiátricas (déficit atencional, depresión).
Los
especialistas enfatizan la importancia de consultar precozmente cuando ya se
advierte un problema. "El consumo nocivo de alcohol durante la
adolescencia es un augurio de alcoholismo en la edad adulta", dice
Schneekloth.
80
gr de alcohol diario pueden consumir en promedio los jóvenes chilenos de 15 a
24 años, según la Encuesta Nacional de Salud.
12%
de los escolares de 8º básico a 4º medio toma cinco o más tragos en una salida
habitual.
25%
de los hombres de 15 a 24 años, y 4,6% de las mujeres, son bebedores con un
consumo de riesgo o perjudicial.