Cómo entrenar el pensamiento creativo. Fluidez,
flexibilidad, originalidad, capacidad de redefinir y de abstraer, son algunas
de las características que reúne una persona creativa.
Por
Pamela Aravena Bolívar, El Mercurio.
La
creatividad, esa habilidad para ver lo que otros no son capaces o para
encontrar soluciones alternativas innovadoras no es privilegio de artistas:
todos, futuros ingenieros, científicos o psicólogos la necesitan. ¿Son todos
los niños capaces de ser creativos? La respuesta es unánime: "Sí".
"Venimos
dotados biológicamente para aprender y pensar sobre nuestro mundo. La
creatividad tiene que ver con contar con un tipo de habilidad cognitiva que
facilita desenvolvernos en él, conocida como pensamiento divergente. Como toda
habilidad, puede fomentarse y desarrollarse desde el ambiente", asegura la
psicóloga y directora ejecutiva de CreArte.
En el libro "Creatividad para padres" de los colombianos Diego Parra Duque y Ana Milena Gómez, se dan sugerencias fáciles de implementar en niños de entre tres y 10 años de edad.
La
primera es producir muchas ideas con respecto a un tema, por ejemplo, a través
de preguntas que hagan volar la imaginación: ¿Qué parecidos podemos encontrar
entre un televisor y un gato? ¿Qué pasaría si todas las personas tuvieran
cuatro brazos? ¿Qué sucedería si los niños pudieran volar? ¿Y si todos nos
quedáramos ciegos al mismo tiempo? No existen respuestas buenas o malas, lo
importante es que existan múltiples posibilidades.
La
segunda es atreverse a cometer errores. Muchas veces los padres incentivan a
los hijos a hacer las cosas de una determinada manera y a tener éxito rápido.
Los
autores advierten que los grandes descubrimientos y avances tecnológicos se han
logrado a partir de muchos intentos y errores previos, porque las personas
creativas se atreven a hacerlo.
Otra
estrategia es crear historias ingeniosas a partir de dos palabras que no
guardan relación (por ejemplo, un cuento de amor entre una bruja y una carpa),
lo que además incentivará la comprensión, abstracción y expresión verbal.
Lo
mismo se consigue si el niño debe buscar semejanzas entre dos conceptos que,
aparentemente, son distantes, como un refrigerador y un elefante. O pidiéndole
al pequeño que cuente la Caperucita Roja, pero desde el punto de vista del
lobo.
La
libertad a la hora de realizar actividades artísticas también es fundamental:
todos los colores y todas las formas estarán permitidas.
"Las
experiencias que permiten que los niños establezcan una relación con el arte
basada en la exploración, reconocimiento de materiales y en el uso de técnicas
mixtas, les facilita el desarrollo de su creatividad", agrega Constanza
Baeza.
Con
todos estos ejercicios, según el libro de Parra y Gómez, la creatividad actuará
como catalizador de distintos tipos de inteligencia: lógico-matemática,
cinético-corporal, musical, plástica, lingüística, interpersonal e
intrapersonal.
Y,
paralelamente, creará competencias en quien la práctica: la fluidez, entendida
como la capacidad de producir muchas ideas en poco tiempo; la flexibilidad,
para analizar un problema desde múltiples puntos de vista; la redefinición, es
decir, el arte de crear problemas para encontrar nuevas soluciones o de
combinar mundos remotos para descubrir, tal como Gutenberg unió las prensas
para uvas y los sellos para crear la imprenta.
La
directora ejecutiva de CreArte es enfática: "Gracias a la creatividad, los
niños son más perceptivos, capaces de evaluar las situaciones para definir una
mejor forma de enfrentarlas, usan mejor los recursos de todo tipo, critican y
analizan, tienen una visión amplia de las cosas, pueden buscar por sí mismos
cómo sentirse más a gusto o pedir ayuda o mediación de los adultos en el caso
de requerirlo".
Hacer
niños creativos depende de todos nosotros.
Misión: Ejercitar los Músculos Creativos
Un
poco más de 50 niños de seis a nueve años sirvieron a una investigadora de la
Universidad de Tel Aviv para probar que la creatividad sí se puede entrenar y
sí favorece el razonamiento flexible.
El
grupo de pequeños fue dividido en dos: a la primera mitad se le mostró una
serie de fotografías que partían con objetos cercanos, como un lápiz, hasta
llegar a imágenes de la Vía Láctea. La otra mitad miró la serie exactamente al
revés.
Enseguida,
les pasaron un objeto, y los chicos del primer grupo dieron muestras de una
mayor capacidad para encontrarle usos creativos.
El
estudio de Nira Lieberman fue publicado en el Journal of Experimental Child
Psychology, y concluye que fomentar el "pensamiento expansivo" le da
al niño la capacidad de considerar perspectivas alternativas ante los
problemas, una capacidad imprescindible para su desarrollo futuro.
El
experimento sirvió para concluir que tal como el estiramiento físico ayuda a
tener un cuerpo más flexible, los ejercicios mentales ayudan también a
flexibilizar el pensamiento, a hacerlo más abstracto y, con ello, a fomentar
las habilidades sociales interpersonales como la empatía y la autorregulación,
así como las destrezas cognitivas, esto es, resolver problemas, inventar nuevas
teorías y hacer descubrimientos.
Voces Expertas
"Venimos
dotados biológicamente para aprender y pensar sobre nuestro mundo". Constanza
Baeza, psicóloga educacional y directora ejecutiva de CreArte.
"Las
personas creativas despiertan, por lo general, determinadas características que
las hacen crear ideas nuevas y diferentes". Diego Parra, consultor en
Innovación y autor del libro "Creatividad en el aula".