Efecto a nivel cerebral. Una revisión de estudios
muestra los numerosos beneficios que tiene para los niños tanto escuchar
distintos tipos de melodías como aprender a tocarlas.
Por
Pamela Elgueda, El Mercurio.
Es
difícil encontrar a alguien que no le guste la música. Su conexión directa con
las emociones y los sentimientos ha llevado a que esté presente en cada evento
significativo para las personas.
Ahora,
una revisión amplia de investigaciones terminó por confirmar algo que muchos
educadores ya sabían: el aprendizaje de un instrumento o, simplemente,
familiarizarse con diferentes estilos musicales tiene efectos comprobados en el
aprendizaje de los niños y de los adultos.
Barbie
Clarke, doctora en Desarrollo Psicosocial del Niño de la Universidad de
Cambridge y directora de la consultora inglesa Family Kids and Youth, fue quien
encabezó esta revisión de 57 investigaciones donde se indagaba el efecto de la
música en diversos aspectos de la infancia.
Finalmente, el análisis -hecho a pedido de la empresa Unilever- seleccionó 26 trabajos, que a juicio de Barbie Clarke y su co-investigadora Siv Svanaes, demuestran la influencia positiva de la música en el desarrollo cognitivo de los niños.
"Se
cree que esta capacidad mejora a través de la formación musical mediante el
aumento de la neuroplasticidad del cerebro", dice la doctora Clarke a
"El Mercurio". "Esto permite que el cerebro se adapte a una
serie de factores medioambientales".
Por
ejemplo, dice la investigadora, los estudios han demostrado que los músicos
tienen una mejor memoria verbal que los adultos sin este tipo de formación.
Y
una investigación de seis años en Hong Kong, mostró que incluso en un período
corto de tiempo la formación musical aumenta la memoria verbal de los niños.
Otros
estudios, agrega, han mostrado que existe una relación entre las habilidades
musicales y la capacidad de pensar de manera abstracta.
"La
música parece activar los mismos patrones en el cerebro que esta forma de
pensar, por lo que se establece que el entrenamiento musical puede mejorar la
capacidad de razonamiento espacio-tiempo", afirman las autoras en el
informe.
Barbie
Clarke aclara que el efecto positivo se produce cuando se familiariza a los
niños con diversos estilos musicales como también cuando ellos están
aprendiendo a tocar un instrumento. Claro que es mayor con la última actividad.
"Los
estudios muestran que los niños con formación musical obtienen mejores
resultados en pruebas de inteligencia", dice el reporte.
Lo
más relevante, agrega la doctora Clarke, es que "este tipo de aprendizaje
siempre debe ser divertido; de lo contrario, los niños no se comprometerán con
la tarea y los beneficios se perderán".