Medios de
comunicación y actitud materna influyen. Un estudio con escolares de 6 a 9 años
reveló que la sexualización de su autoimagen es cada vez más precoz. El rol de
las madres es clave para reducir este riesgo.
Por
Paula Leighton N., El Mercurio.
"Si
pudieras parecerte a alguna de estas muñecas, ¿a cuál de ellas te gustaría que
fuese?". Sesenta niñas de entre 6 y 9 años de colegios estadounidenses
debían elegir entre dos opciones: una muñeca de papel vestida con un traje
ajustado y sugerente y otra con un traje a la moda, pero más suelto y discreto.
El
68% de las niñas eligieron a la muñeca más sexy . Y el 72% la señaló cuando les
preguntaron cuál de las dos creían que era más popular en el colegio.
El
estudio buscaba determinar cuán temprano están comenzando las niñas a tener un
pensamiento sexualizado de sí mismas y qué factores influyen en ello.
"Nos
sorprendió que tantas niñas quisieran parecerse a la muñeca sexy, particularmente
entre las de 6 y 7 años. Pero también fue una sorpresa detectar que la mayor
exposición a televisión y películas no bastaban como factor único para aumentar
su riesgo de sexualización, sino que había variables maternas que moderaban
este efecto o lo aumentaban", dijo a "El Mercurio" Christy
Starr, psicóloga del Knox College, Chicago, y autora principal de la
investigación, publicada este mes en la revista Sex Roles.
Mientras
las madres demasiado enfocadas en su apariencia, ropa y atractivo físico tenían
más posibilidad de que sus hijas eligieran como modelo a las muñecas
sexualizadas, las que pasaban a sus hijas mensajes valóricos contrarrestaban el
efecto sexualizador del alto consumo mediático.
Entre
esos mensajes, dice Starr, "estaban el enfatizar que lo que ellas hacen es
más importante que como se ven y que es más importante sentirse bien que verse
bien".
"Creo
que si replicáramos este estudio en Chile encontraríamos una realidad bastante
similar", sostiene Paz Valenzuela, psicóloga infantojuvenil y académica de
la Facultad de Psicología de la U. Diego Portales.
La
experta destaca que "a eso contribuye la 'adolescentización' que estamos
viendo en muchas madres y la 'adultización' que hacen de sus hijas pequeñas,
por ejemplo, al elegir la ropa que les compran".
A
esto, agrega, "se suma la idealización del cuerpo juvenil sexualizado, que
se ve reforzada por los medios y la moda". Por eso, la psicóloga llama a
prestar atención y no adelantar procesos que no son adecuados para la etapa de
desarrollo de sus hijas.
Un
informe elaborado en 2007 por la Asociación Psicológica Americana indica que la
sexualización precoz de las niñas con el tiempo puede derivar en trastornos que
van desde desórdenes alimentarios y problemas de autoestima, hasta mayor
distracción en tareas mentales y baja inclinación a seguir carreras en
matemáticas y ciencia.