De vuelta a clases.
Por
Neva Milicic, psicóloga.
Seguro
que es posible querer al colegio. Muchos niños establecen vínculos positivos
con el lugar en que se educan y con sus profesores, pero, desafortunadamente,
muchas veces sucede lo contrario.
Quizás
debería ser un objetivo primordial de padres y profesores lograr que los niños
tengan una percepción positiva de su colegio, que en él se sientan acogidos y
valorados, ya que después del hogar, es la segunda agencia más importante de
socialización.
En
algún momento de la infancia, casi todos los niños han fantaseado con algún
desastre natural o incendio que acabe con su colegio, para liberarse de una
prueba sentida como imposible, o de una clase que les resultaba insoportable, o
simplemente para tener tiempo libre, lo que no significa necesariamente que
aborrezcan el colegio como un todo.
Esteban Cabezas, en su libro "Julio Cabello, contra la lata tóxica", describe las fantasías del protagonista sobre el colegio, ante una llamada telefónica.
Estas
fantasías interpretan lo que muchos niños sienten frente al Colegio, y
posiblemente por ello este libro les gusta tanto a los niños, sintiéndose
identificados con Julito.
Las
fantasías de Julito eran las siguientes:
"1.- Un ciclón arrasó al colegio. No hay
clases.
2.- Un alud de piedras y lodo cubrió el
colegio. No hay clases.
3.- Un extraño tipo de terremoto, muy
localizado, dejó el colegio hecho harina. No hay clases" (página 19). Pero
como Julito es buena persona, cuando imagina estas fantasías, se asegura de que
no haya nadie en el colegio, para que no le pase nada a sus compañeros y
profesores.
Un
desafío de padres y profesores es ayudar a los niños a tener una percepción más
positiva del colegio, ya que es un lugar donde pasan muchas horas del día,
durante al menos doce años, y además hay evidencia de que el aprendizaje es de
mejor calidad cuando se da en un clima percibido como positivo.
La
asociación del aprendizaje con el agrado estimula a los niños a aprender, en
tanto que su asociación con angustia tiende a bloquear la capacidad de atender
y concentrarse.
Hacer
una alianza entre padres y profesores, orientada a desarrollar experiencias
emocionales positivas ligadas al contexto escolar, favorecerá la creación de
vínculos que estimularán positivamente a los estudiantes con el colegio, con
sus compañeros y con los profesores
Hay
niños que perciben el colegio como un espacio en que se sienten acogidos y
valorados, en tanto que otros tienen una percepción amenazante de su
establecimiento.
Programar
experiencias educativas que generen en los alumnos experiencias emocionales
positivas, ayudará a que los niños quieran a su colegio y lo vivan en forma
positiva.