Estudio con más de mil personas lo publica la Academia
de Ciencias de EE.UU. Una evidencia que confirma la importancia de prevenir el
consumo en los adolescentes y que surge cuando en nuestro país se debate
justamente la despenalización del cultivo personal.
Por
Sebastián Urbina, El Mercurio.
Un
estudio que siguió por casi 40 años a más de mil personas de Nueva Zelandia
demostró que el consumo de marihuana sí produce un deterioro de las funciones
mentales de las personas.
Este
daño se produce en diversas áreas como son la memoria, la capacidad de
aprendizaje y la atención. Todo esto se refleja también en una baja del
coeficiente intelectual de ocho puntos.
Los resultados de este trabajo los publicó ayer online la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, donde se plantea que esta relación entre el uso de la droga y la declinación psicológica de la persona se observa especialmente cuando el consumo se inicia en la adolescencia.
Se
trata de uno de los estudios más decisivos que existen en este tema, y que
aparece en el momento en que en Chile se debate la despenalización del cultivo
y uso personal de esta droga, que es la más consumida a nivel mundial.
Pero
quizás lo más preocupante que revela este trabajo es que el dejar de consumir
no revierte por completo el deterioro producido, según explica Madeline Meier,
investigadora de la Universidad de Duke, quien dirigió este trabajo.
Ella
advierte que el daño se observa en quienes inician el consumo en la
adolescencia, porque es una edad en que el cerebro aún se está desarrollando y
sufriendo cambios para mejorar su eficiencia. Por esta razón, este órgano está
más vulnerable a ser dañado por el consumo de droga.
Daño Indudable
"La
marihuana no es inocua, en especial para los adolescentes", dice Meier,
quien hizo los hallazgos en 1.037 personas nacidas entre los años 1972 y 1973,
quienes fueron chequeados en varias oportunidades hasta los 38 años.
Quienes
presentaron problemas de dependencia, es decir, seguían fumando a pesar de los
problemas familiares, sociales o de salud que pudieran tener, tuvieron los
peores resultados.
Esto
se midió con pruebas para evaluar memoria, velocidad para procesar información,
capacidad de razonamiento y de atención, donde obtuvieron peores puntajes que
quienes no fumaban, o quienes lo hicieron en forma circunstancial.
"Aparte
de ser un estudio grande, este trabajo llega justo en el momento en que en
Chile se produce un debate entre los beneficios terapéuticos de la marihuana y
la despenalización de su autocultivo", dice Francisca Florenzano,
directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo
de Drogas y Alcohol, Senda.
Según
explica, esta investigación confirma la importancia de que "nos enfoquemos
en evitar el consumo en los menores de 21 años, porque después de esta edad es
difícil que exista un consumo problemático, ya que el riesgo se reduce en un
80%".
"Se
trata de un trabajo que confirma lo que vemos en la clínica, y es una
demostración categórica de que es falso que la marihuana no produzca
daño", explica el psiquiatra Daniel Seijas, jefe del Programa de
Adicciones de Clínica Las Condes.
Este
especialista destaca que en la adolescencia, debido a los cambios en el
cerebro, la marihuana también aumenta en un 600% el riesgo de presentar
esquizofrenia.
Este
especialista advierte de los riesgos que se corren como país con la legalización
o la despenalización del consumo de marihuana.
"Hoy
vemos lo difícil que ha sido manejar el tema del tabaco, donde también los
adolescentes son los mayores consumidores. Lo mismo va a suceder si el día de
mañana se permite fumar marihuana", advierte Seijas.
"Estamos
ante un estudio que entrega evidencia de calidad, ya que es un seguimiento de
muchos años que demuestra que sí hay daño neuropsicológico y social, el que no
es 100% reversible", Francisca Florenzano, directora del Senda.