Pautas de crianza. Saber qué decirles y qué guardar
es la clave para criar hijos que valoren más el tiempo que la plata, se sientan
seguros y sean empáticos con los que tienen menos.
El psicólogo de la Clínica Santa María Raúl Carvajal propone qué decir cuando a un papá le hacen esta pregunta.
Por
Camila Sandoval, El Mercurio.
"Mamá,
¿cuánta plata ganas?". La pregunta inocente de un niño podría no ser tan
fácil de responder. Según los especialistas, hablar de dinero con los hijos
pequeños y bombardearlos de sentimientos e información podría ser abrumador
para ellos.
Por
eso, la página web LearVest.com, dedicada a las finanzas personales de las
mujeres, elaboró una lista de los temas financieros que los niños no necesitan
saber sino hasta comenzar la adolescencia, a partir de los 13 años. La consulta
sobre el sueldo está en el número uno.
El psicólogo de la Clínica Santa María Raúl Carvajal propone qué decir cuando a un papá le hacen esta pregunta.
"La
mejor respuesta es decirles que se gana lo suficiente para hacer lo que hacemos
o, también, que se gana lo justo por el trabajo que se hace", explica.
No
es bueno contestar con un "No es asunto tuyo" o "Hago tanto
dinero por mes", porque los niños no saben dimensionar los números ni
comprenden del tema.
"Es
una buena oportunidad para conversar sobre el valor del esfuerzo, pero sin
mencionar números. Jamás se debe tocar el tema durante las discusiones o
sacarle en cara cuánto gastan en el colegio", coincide la psicóloga Erika
Castro, directora del centro de terapia familiar Familia Educa.
Aprender Valores
Cuánta
deuda tienen es otro de los temas delicados. Incluso si no se dice una cifra
exacta. A menudo, los padres conversan el tema en voz alta, como cuando revisan
cuántos años les quedan para pagar el préstamo de la casa.
Veinte
años pueden ser una eternidad para el niño, apunta el sitio LearVest.com.
"Es un tema de adultos que provoca ansiedad e inseguridad en los más
pequeños, se sienten culpables por ser responsable de otro gasto más",
comenta Carvajal.
La
comparación con otros es una de las consultas más complejas que los hijos
realizan a sus padres. "¿Por qué la familia de mi amigo tiene más que
nosotros?".
Si
los padres tienen la posibilidad de darse grandes lujos, muchas veces el niño
puede desarrollar un sentimiento de superioridad.
Mientras
que aquél cuya familia tiene menos puede sentirse avergonzado o incluso
enojarse con los padres porque no ganan más, según LearVest.
La
recomendación es responder con un "cada familia tiene distintas maneras de
hacer las cosas".
Es
fundamental que esa conversación con ellos sea reflexiva, recomienda Erika
Castro, para que así los pequeños comprendan qué experiencias generan los
distintos niveles socioeconómicos.
"La
empatía y la consideración hacia las diferencias sociales se educan con el
ejemplo", apunta la psicóloga.
Es
bueno, dice Carvajal, que los niños comprendan que tener tiempo para hacer
ciertas actividades, como irse de vacaciones, tiene mucho más valor que lucir
las mejores zapatillas de todo el curso.
"Deben
enseñar a valorar y cuidar el tiempo sin ensuciarlo con el tema económico ni
material", recomienda.
Si las Cosas van Mal
Las
grandes pérdidas financieras es otro de los temas de la lista que no deben
compartirse con los niños, a menos de que se trate de casos extremos, como
cesantía o el despido de uno de los padres, un embargo o la quiebra de un negocio.
Acontecimientos
como estos no se pueden evadir. La recomendación es tocar el tema a través de
los sentimientos que se generan en todos y cada uno de los miembros de la
familia.
En
estas circunstancias, los padres no podrán estar disponibles afectivamente para
los hijos porque estarán vivenciando emociones como angustia, pena y dolor.
"Los
niños lo notarán, entonces es mejor transparentarlas para evitar confusiones.
Los papás deben compartir lo que sienten sin entrar en detalles muy específicos
o en montos involucrados, pero sí poniendo el énfasis en lo siguiente: 'En
nuestra familia sí es posible compartir y comentar cuando se siente pena o
rabia' -explica Erika Castro-. Así aprenden que cuando se tiene un problema
pueden recurrir a ellos".
84%
de los niños chilenos y argentinos de entre 3 y 12 años recibe dinero de sus
padres; según datos de un estudio del canal infantil Nickelodeon en 2009.
Un tema para cada Edad
Erica
Sandberg es autora de "The Money Waiting", libro que orienta a las
familias sobre las conductas que deberían tener sus hijos en relación al dinero
y a qué edad.
3
años: practicar la paciencia y saber esperar por una recompensa.
4
años: aprender a contar.
5
años: asociar la palabra "no" con un gasto; señalarle que no se puede
comprar todo.
6
años: comenzar a darles dinero, pero muy poco; si quieren comprar algo ellos
mismos, deberán ir guardando las monedas.
7
años: preguntarles "¿qué quieres ser cuando grande?". Enfatizar en
que se puede trabajar en lo que le gusta.
8
años: aclarar que las cosas del hogar cuestan menos si se ahorra dinero.
9
años: abrirle una cuenta de ahorro y hacerle ver que ahorrar puede ser
entretenido.
10
años: enseñarle la verdad de las tarjetas de crédito y la importancia de pagar
a tiempo.
11
años: explicar que la publicidad no es todo. No se es cool porque una marca lo
dice.
12
años: demostrar cómo hacer una compra acertada y valorar la calidad más que el
precio del producto.