Incentiva la lectura y la curiosidad.
Por
Neva Milicic, psicóloga
A
partir de los diez años, muchos niños poseen las capacidades cognitivas y
emocionales para disfrutar las novelas policiales y entender su trama.
Tienen
la capacidad para inferir, analizar y observar detalles, lo que les permitirá plantearse
hipótesis que los ayudarán a descubrir quién es el culpable, descartando a los
que son inocentes.
Tener
que desentrañar un misterio resulta desafiante, entretenido, y de paso,
constituye una excelente manera de incentivar la lectura en los niños,
especialmente cuando se trata de una saga, porque al terminar un libro se
quiere continuar con el siguiente.
Sin duda, tratar de comprender los misterios y buscar resolver las incertidumbres es una característica de la inteligencia humana.
Es
por eso que el género policial tiene tantos adeptos entre jóvenes y adultos, lo
que se ha incrementado en el último tiempo con la irrupción de la novela
policial nórdica, con notables escritores, como Stieg Larsson y Henning
Mankell.
Los
entrañables personajes de Agata Christie han acompañado a generaciones de
adultos y jóvenes con numerosas obras, que escribió hasta los 85 años.
En
Chile, las autoras Jacqueline Ballcells y Ana María Güiraldes, en un concierto
a cuatro manos, se han dado a la tarea de describir tramas policiales que
fascinan a los niños.
El
personaje central creado para esta saga de novelas policiales, es el detective
Heriberto Soto, quien se encuentra siempre en el lugar preciso para desempeñar
su rol con gran acierto.
Escribir
en forma cooperativa constituye un excelente modelo en una sociedad en que la
competencia supera con creces a la cooperación.
Lo
novedoso en la creación de las autoras es una especie de final abierto, en el
cual se puede conjeturar quién es el culpable entre varios personajes, todos
posibles pero a la vez bastante improbables.
La
respuesta al enigma policial está escrito de una manera ingeniosa al final del
libro, lo que lo hace más interesante aún, ya que es necesario un espejo para
leer la respuesta correcta, que está escrita al revés.
El
hecho de que sean cuentos cortos incentiva la lectura y atrae la curiosidad, no
sólo de los niños, sino también de los adultos, y como dice Heriberto Soto en
El caso de los tres colores: "Nada es tan difícil, si uno sabe
mirar".
Lo
complejo de la trama es que nadie está libre de sospecha. Al develar el
misterio, se aprende que las apariencias engañan y personas que se presentan
como muy respetables pueden cometer delitos, y que el culpable siempre entrega
una pista que lo delata.
La
lectura conjunta con los padres es posible en la medida que son cuentos cortos.
Como la resolución del enigma se da al final del libro, se puede jugar a
encontrar al culpable y a defender con argumentos la elección hecha.
Lo
mismo podría hacerse en la sala de clases, desarrollando así las habilidades de
pensamiento de los alumnos.
Si
quiere pasar un buen rato con sus hijos y desarrollar la motivación por leer,
les aconsejo la lectura de "Nuevos casos misteriosos". Muchos buenos
lectores se iniciaron con las novelas policiales.
"Si
quiere pasar un buen rato con sus hijos y desarrollar la motivación por leer,
les aconsejo la lectura de "Nuevos casos misteriosos".