Estudio en casi mil 500 familias de Estados Unidos. Los
menores de dos años son quienes están más tiempo en una habitación con
televisión encendida, aunque sin verla de manera directa. Esta práctica, común
en Chile, disminuye su atención y retrasa el desarrollo del lenguaje.
Por
Amalia Torres, El Mercurio.
Doscientos
treinta y dos minutos es el promedio diario que un niño de entre ocho meses y
ocho años está con la televisión prendida mientras juega, hace las tareas o
come.
La
cifra es parte de las conclusiones del primer estudio nacional realizado en
EE.UU. que mide el tiempo que los niños tienen a la TV como telón de fondo;
vale decir, está encendida en la misma habitación donde hacen otras
actividades.
El estudio, que fue publicado en el último número de la revista Pediatrics y para el que se entrevistó a 1.454 padres, también demuestra que son los menores de dos años quienes más tiempo pasan con la televisión encendida (5 horas y 30 minutos).
Los
que menos lo hacen son los que tienen entre seis y ocho años (2 horas y 45
minutos).
Además,
quienes viven en hogares uniparentales suelen tener en sus casas más tiempo la
pantalla encendida (más de cinco horas) en comparación con los que viven con
ambos padres (3 horas y 30 minutos).
Según
explica a "El Mercurio" Matthew Lapierre, profesor de la U. de North
Carolina Wilmington, y coautor del estudio, los resultados sorprendieron a todo
el equipo.
"Siempre
pensamos que la exposición sería mayor de la que encontramos al ver televisión
de forma directa, pero francamente nos impresionó cuando nos dimos cuenta de
que el resultado de la TV como fondo era cuatro veces mayor. De hecho, cuando
miramos nuestros resultados sobre cómo gastan el tiempo los niños, nos dimos
cuenta de que lo único que sobrepasa esta cantidad de tiempo son las horas que
pasan durmiendo".
Desconcentrados
Llegar
a la casa y prender el televisor es un mal hábito que puede repercutir en el
desarrollo de los niños.
"Los
experimentos con adultos y universitarios han mostrado que tener la televisión
como background se relaciona con un peor desarrollo académico. Por su parte, la
investigación en guaguas y niños pequeños demuestra que al ser expuestos a la
televisión de forma indirecta, son menos propensos a demostrar atención
sostenida y tienen menos interacciones con sus padres. Con esto en mente, se
puede decir que tener la televisión como telón de fondo puede interrumpir la
capacidad de los niños de mantener la atención de forma sostenida, lo que tiene
consecuencias a largo plazo", dice Lapierre.
"Sin
embargo -agrega-, los estudios que se han hecho al respecto son limitados, por
lo que no se puede establecer de manera concluyente que esta exposición
indirecta afecte el desarrollo de manera definitiva. Aunque sí es un aspecto
del que hay que preocuparse".
La
doctora Valeria Rojas, neuróloga infantil y presidenta del Comité de Medios y
Salud de la Sociedad Chilena de Pediatría, agrega que hay otra consecuencia de
esta práctica que cada vez es más común en Chile.
"Los
adultos significativos intercambian menos palabras con los niños cuando hay una
TV prendida. Son 770 palabras menos por hora, lo que afecta el vocabulario de
los niños. El problema es que hasta donde llega el vocabulario llega la
inteligencia, ya que ésta ayuda a construir el mundo".
Esto
es aún peor en el caso de los niños más chicos. "De los cero a los dos años
es la edad en que se producen grandes desarrollos y es la edad en que más se
recalca que no sean expuestos a la televisión, algo que justamente sucede al
revés, según el estudio. De hecho, la Asociación Americana de Pediatría
recomienda que antes de los dos años no vean televisión y que después de eso el
tiempo sea limitado", dice Rojas.
A
esto se suma que los padres son un modelo a imitar, "por lo que si el
modelo es prender la tele al despertar y al llegar a la casa, eso se va a
perpetuar como un modelo poco saludable de vida", aclara la doctora Rojas.
Ana
Vergara, directora de la carrera de Psicología de la UDP, por su parte, cree
que el efecto aún es desconocido.
"Estas
generaciones están acostumbradas a cambiar de foco con facilidad, por lo que no
sabemos si están desarrollando nuevas capacidades atencionales".
Sin Pantalla
Sacar
la televisión de la pieza de los niños, especialmente de los menores de dos
años, es la recomendación de la Asociación Americana de Pediatría.