Víctimas y victimarios sufren las consecuencias. Es más difícil enseñar sobre competencias comunicativas e interacción social cuando la violencia se vuelve parte de la sala de clases, asegura un nuevo estudio de la UDP. Por Margherita Cordano F., El Mercurio. Un alumno que sufre de bullying no sólo tendrá menos ganas de ir al colegio. Las consecuencias del matonaje también se verán reflejadas en una baja en sus notas de Lenguaje, explican las investigadoras Virna Gutiérrez y María Isabel Toledo, académicas de las Facultades de Ingeniería y Psicología de la Universidad Diego Portales. Tomando como base los resultados nacionales de la prueba Pisa 2009, las investigadoras indagaron cómo se relacionaba el nivel de intimidación declarado por los directores de 30 colegios de Santiago (públicos, privados y particular subvencionado) con el rendimiento general que presentaban sus alumnos en los ramos de Matemáticas y Lenguaje.
Asociación de Padres de Familia del Instituto de Humanidades Luis Campino | Santiago de Chile