Rol de la educación y de los padres.
Por
Neva Milicic, psicóloga
Los
padres se preocupan, y con mucha razón, de la elección del colegio para sus
hijos, porque están conscientes de que ello tendrá un impacto definitivo en lo
que llegarán a ser.
Un
buen colegio es básicamente los profesores que tiene, su formación, sus
creencias acerca de lo que es educar y su capacidad de reconocer las
potencialidades y talentos de cada estudiante.
Cuando
el escritor Albert Camus recibió el Premio Nobel de Literatura, dedicó su
discurso a su profesor en el bachillerato, el Señor Germain, quien de muchas
maneras se jugó porque el niño de una familia pobre no sólo tuviera una preparación
apropiada, sino que lograra una beca para poder completar su formación.
Es decir, no sólo visibilizó el talento de Camus, sino que además buscó darle las oportunidades para que pudiera desarrollarlo, incluso a pesar de la oposición de su familia, que necesitaba que él aportara a la economía familiar.
Uno
de los roles de la educación es ser visionario en cuáles son los talentos que
un niño tiene y darle la oportunidad para desarrollarlos.
A
veces, en un intento de que los niños sean buenos para todas las asignaturas,
se produce una tendencia a uniformarlos y a no mirar cómo privilegiar las
energías en el desarrollo de los talentos que los definen, sean ellos
artísticos, deportivos, matemáticos, humanistas o científicos.
Uno
de los mecanismos más poderosos, que está presente en la narrativa de todas las
personas que han tenido un desarrollo destacado en algún área, es el
reconocimiento que hizo alguien de sus capacidades en su infancia o
adolescencia.
Quizás
si usted hace un esfuerzo de memoria, podrá rescatar experiencias educativas
con profesores o adultos que lo marcaron.
El
sentir cómo y cuánto los adultos a cargo de los niños reconocen, valorizan y
visibilizan las competencias que tienen el niño o la niña, seguramente dejará
su huella al entregarle un mensaje que es fortalecedor para su desarrollo
personal y su autoestima.
Esto
quedará grabado para siempre en su memoria emocional, actuando como un motor
interno para su desarrollo personal, que le dará las energías necesarias para
las tareas que emprende para desplegar sus talentos.
Visibilizar
los talentos, las virtudes y crearles el espacio educativo para su desarrollo,
es una tarea primordial de la educación.