Estudio analizó por primera vez su comportamiento en
la web. A pesar de su extrema pobreza, acceden a la red social a través de
cibercafés, fundaciones y celulares con wifi. En general la utilizan para
contactarse con sus familias.
Por
Amalia Torres, El Mercurio.
Oficinistas,
gerentes y estudiantes pueden no verlos cuando caminan apurados por Santiago.
Pero 150 niños y jóvenes viven actualmente en la ribera del río Mapocho. No
tienen casa, no viven con sus padres ni van al colegio.
Ninguno
usa Twitter, pero casi todos tienen cuenta en Facebook.
"Entre
el 70 y 80% usa Facebook. Sólo no lo hacen los mayores o los que no saben leer
ni escribir", dice Daniela Bussenius, publicista y quien junto a la
periodista María Paz Palacios trabajó por un año analizando el comportamiento
de estos jóvenes en las redes sociales.
El
resultado fue "Jóvenes excluidos y su experiencia en Facebook. Casos de
jóvenes indigentes en Chile", su tesis de magíster en Comunicación en la
Universidad Diego Portales que se convirtió en el primer análisis de este tipo
en el país.
Solicitud de amistad
Cuando
Palacios y Bussenius llegaron a trabajar a la Fundación Abrazarte, no sabían
-al igual que la mayoría de las personas a quienes les han explicado sobre su
proyecto-, que a pesar de su marginalidad estos jóvenes se conectaban a las
redes sociales.
"No
teníamos idea de que usaban Facebook, pero luego de trabajar con ellos nos
llegaron invitaciones para que fuéramos sus amigas en la red social", dice
Daniela Bussenius.
Así,
y luego de analizar este fenómeno, se dieron cuenta cómo se conectan a la red.
"Van
a cibercafés, también se conectan en las fundaciones que trabajan con ellos y
también, aunque en una mínima proporción, a través de celulares con conexión a
internet". El dinero para conectarse lo obtienen del "macheteo".
Según
Bussenius, se trata de "nativos digitales indigentes", ya que a pesar
de no tener sus necesidades básicas resueltas, no se complican con los aparatos
tecnológicos.
"Manejan
muy bien la tecnología: le ponen música a sus celulares, descargan fotos, las
suben a Facebook y buscan en Youtube, por ejemplo, cómo ser buenas mamás".
Tras
el estudio, las investigadoras se dieron cuenta de que los jóvenes usaban
Facebook como una forma de mantenerse en contacto con sus seres queridos.
"Lo usan para hablar con la familia, los hijos, y contactarse con los tíos
de fundaciones cercanas a ellos. Además, las mujeres tienen un rollo con la
maternidad. Todas son madres y en sus muros de Facebook dejan constancia de sus
afectos, de que están presentes en la vida de sus hijos, aunque no vivan con
ellos".
Así,
si las mujeres suelen subir fotos con sus guaguas, los hombres prefieren las
imágenes donde se vean "choros" o "carreteando".
"En
ninguna parte de su Facebook dicen que son de las calle, no hay fotos que
demuestren que pasan hambre o frío. En cambio salen vestidos con ropas de
marcas, como Nike, Adidas, Lacoste. Es como todo el mundo, quieren mostrar lo
mejor de ellos en Facebook".
Eso
sí, las redes sociales también han cumplido otro rol en estos jóvenes: "Si
antes el tiempo de ocio lo pasaban volándose, ahora en general van a
cibercafés, con amigos o pololas. Así, internet se transforma en un distractor.
Si la droga era una anestesia del sufrimiento, del aburrimiento, la web les da
comprensión y entretención".
''Hola
a todas mis hermanas pucha no me e podido comunicar con ust pork me robaron el
celu los flaites jijiji kn hiva a pensar k me pasaria a mi".
''Hola
estoy mas contenta k nunca y con los k kiero y recuperando a mi familia y a mi
hijito k es lo mas lindo k tengo en la vida, bairon...".
''Adios
face hasta mañana xao a todos xao mi amor angelica te amo muxo".