Invitamos a toda nuestra
comunidad a formar parte de la delegación Institutana que participará, este
sábado 18 de octubre, de la tradicional peregrinación juvenil al Santuario de
Santa Teresa de los Andes.
Como Asociación de Padres, hemos
aportado con el financiamiento de un bus que trasladará a los peregrinos ida y vuelta desde el colegio.
1. Caminar. Al vivir la
experiencia de la peregrinación, que es un gran símbolo de la vida humana y
cristiana. Cada uno de nosotros puede ser «errante» o «peregrino»: o errante o
peregrino. El tiempo que vivimos contempla a muchas personas «errantes», porque
carecen de un ideal de vida y a menudo son incapaces de dar sentido a los
sucesos del mundo. Con el signo de la peregrinación, mostramos la voluntad de
no ser «errantes». Nuestro camino está en la historia, en un mundo en el que
los confines se amplían cada vez más, caen muchas barreras y nuestros caminos
están unidos de modo cada vez más estrecho al de los demás. Sed testigos del
sentido profundo, de la luz que lleva la fe; sabed conservar la gran riqueza de
valores, de sabiduría del pasado, pero viviendo intensamente el presente,
comprometiéndonos en el hoy, con la mirada hacia el futuro, abriendo horizontes
de esperanza con nuestra obra, para dar un rostro más humano a la sociedad.
2. Y he aquí entonces la segunda
palabra: construir. Caminar para construir la comunidad, sobre todo con el
amor. Construir con la caridad, con la compasión, con el amor. Y de hecho
vuestra peregrinación tiene también una finalidad caritativa, a favor de los
más necesitados, de quienes están viviendo momentos de sufrimiento, de tensión
y de temor.
3. Pero vuestro caminar para
construir nace de confesar de modo cada
vez más profundo la fe, crece del continuo compromiso de alimentar vuestra vida
espiritual, de una formación permanente para una vida cristiana cada vez más
auténtica y coherente. Este es un punto importante para cada uno de nosotros,
para que cada uno sea ayudado a profundizar en su adhesión a Cristo: la
profesión de fe y el testimonio de la caridad están estrechamente conectados y
son los puntos cualificadores y de fuerza —puntos de fuerza— de nuestra acción.
Que Jesucristo crucificado y resucitado sea realmente el centro de vuestra
existencia y de cada proyecto nuestro personal y comunitario.