El próximo sábado 19 de noviembre
celebramos el Día de la Familia en Batuco, recordamos y celebramos que Dios
quiso nacer dentro de una familia para que tuviera alguien que lo cuidara, lo
protegiera, lo ayudara y lo aceptara como era.
Al nacer Jesús en una familia, el
Hijo de Dios ha santificado la familia humana. Por eso nosotros veneramos a la
Sagrada Familia como Familia Institutana.
¿Cómo era la Sagrada Familia?
María y José cuidaban a Jesús, se esforzaban y trabajaban para que nada le faltara, tal como lo hacen todos los buenos padres por sus hijos.
José era carpintero, Jesús le
ayudaba en sus trabajos, ya que después lo reconocen como el “hijo del
carpintero”.
María se dedicaba a cuidar que no
faltara nada en la casa de Nazaret.
¡Qué enseñanza nos da Jesús, quien
hubiera podido reinar en el más suntuoso palacio siendo obedecido por todos!
Él, en cambio, rechazó todo esto para esconderse del mundo obedeciendo
fielmente a María y a José y dedicándose a los más humildes trabajos diarios,
el taller de San José y en la casa de Nazaret.
Las familias de hoy, deben seguir
este ejemplo tan hermoso que nos dejó Jesús tratando de imitar las virtudes que
vivía la Sagrada Familia: sencillez, bondad, humildad, caridad, laboriosidad,
etc.
La familia debe ser una escuela de
virtudes. Es el lugar donde crecen los hijos, donde se forman los cimientos de
su personalidad para el resto de su vida y donde se aprende a ser un buen
cristiano. Es en la familia donde se formará la personalidad, inteligencia y
voluntad del niño. Esta es una labor hermosa y delicada. Enseñar a los niños el
camino hacia Dios, llevar estas almas al cielo. Esto se hace con amor y cariño.
“La familia es la primera comunidad
de vida y amor, el primer ambiente donde el hombre puede aprender a amar y a
sentirse amado, no sólo por otras personas, sino también y ante todo por Dios.”
(Juan Pablo II, Encuentro con las Familias, México 1990).
Así como Jesús creció en sabiduría
y gracia ante Dios y los hombres, en nuestras familias debe suceder lo mismo.
Esto significa que los niños deben aprender a ser amables y respetuosos con
todos, ser estudiosos obedecer a sus padres, confiar en ellos, ayudarlos y
quererlos, orar por ellos, y todo esto en familia.
Recordemos que “la salvación del
mundo vino a través del corazón de la Sagrada Familia”.
La salvación del mundo, el porvenir de la humanidad de los pueblos y sociedades pasa siempre por el corazón de toda familia. La Familia es la célula de nuestro colegio.
La salvación del mundo, el porvenir de la humanidad de los pueblos y sociedades pasa siempre por el corazón de toda familia. La Familia es la célula de nuestro colegio.