Un balance positivo tuvo el Primer Campamento Familiar en el Campo Batuco de la Asociación, La actividad contó con exitosas experiencias vividas durante el sábado 22 y el domingo 23 de marzo. Algunos ya piensan en una nueva versión, tal como lo expresó Claudia Clavero, apoderada de cuarto básico y primero medio, quien nos comentó que “ojalá que haya otro comenzando la primavera”.
“Con la excusa de despedir al verano, convocamos a las familias institutanas a un evento diferente que desde hace tiempo queríamos materializar, teniendo una muy buena respuesta”, afirmó nuestro presidente, Kenneth Rothery.
Las
bondades del tiempo en esta fecha hicieron propicio el uso de las instalaciones
y comodidades del Campo Batuco al servicio de una doble jornada de camaradería
y esparcimiento con acampe nocturno incluido.
En palabras de Carlos Gómez, director de la Asociación responsable de la administración del Campo, “en Batuco hemos dispuesto una infraestructura y un equipamiento que podemos colocar en valor para más y mejores actividades de las que estamos acostumbrados. Es así como hemos enriquecido las experiencias de retiro con actividades de siembra y cosecha, por ejemplo, y ahora quisimos realizar una actividad de más larga duración y que nos planteó nuevos desafíos para las actividades a llevar adelante, así como para sobrellevar exitosamente una noche en el lugar”, agregó.
Para
Demetrio Aravena, apoderado institutano, la doble jornada fue “bastante
positiva, con muchas actividades y todo ordenado, y de lo más importante es que
los niños lo pasaron muy bien”. Similar conclusión nos compartió Camila Sáez,
apoderada de cuarto básico destacando que “estuvo súper lindo, primera vez que
acampamos con los niños y lo pasaron increíble.”
La
apoderada Clavero resaltó la seguridad de la actividad, sobre todo para “mamás
que andábamos solas con los niños”. Todo fue “muy seguro y la tranquilidad que
es solo la comunidad del colegio, fue un verdadero relajo”.
Para el
comité organizador del evento este era un punto importante. Carlos Gómez recalcó
que Batuco “ha sido siempre un lugar seguro y cómodo para las familias, pero no
habíamos pernoctado. La oscuridad de la noche tiene otros desafíos. Fue así
como sumamos iluminación y pusimos en servicio dos guardias que nos acompañaron
toda la velada.”
“También
nos ocupamos, como de costumbre, de mantener el aseo y de estar al pendiente de
que todo funcionara durante toda la estadía”, agregó Kenneth Rothery. Algo que
la apoderada Camila Sáez destacó, señalando que “el lugar y los baños estaban impecables”.
La actividad desconectó de la rutina a los asistentes, los hizo dejar de lado los celulares por largas horas y les permitió conectar con la naturaleza en todo su esplendor.
“En la
Iglesia, nos hemos volcado a resaltar la significancia de nuestra casa común y
en esta actividad nos conectamos con la tierra, con la belleza de sus paisajes,
compartimos en ella y observamos nuestro entorno, incluso el astronómico, lo
que tuvo una linda recepción y gran significancia”, aportó Enrique Rojas,
director de la Asociación y encargado de asuntos pastorales.
Esta actividad fue una “súper linda excusa para salir en familia a desconectarnos y jugar al aire libre”, señaló Camila Sáez. En similar línea se expresó Mabel Jara, apoderada de quinto básico y segundo medio, quien compartió que “la experiencia del primer camping familiar fue increíble, tranquila, mucha naturaleza y actividades entretenidas.” Agregó que “lo pasamos muy bien con los amigos y amigas”.
La
actividad contó con diversas experiencias a lo largo de su desarrollo, como fue
ver películas, compartir malvaviscos en torno a un fogón y hasta jugar lotería.
El deporte y las dinámicas para sociabilizar fueron parte del itinerario, a
cargo del monitor Lucio Díaz, quien animó a niñas y niños durante la tarde del
sábado. La noche, en tanto, tuvo un momento mágico a cargo del apoderado José
Ahumada, a quien agradecemos especialmente. Gracias a sus enseñanzas, la
comunidad tuvo la oportunidad de aprender de astronomía y mirar por un par de
telescopios, aprovechando la poca luminosidad del lugar.
Fue también la ocasión para estrenar un kiosco regalado por el Colegio, el que fue habilitado eléctrica y sanitariamente para entregar alimentación a los asistentes, constituyéndose desde ahora en otra facilidad del Campo al servicio de la comunidad y sus actividades.
Camila Sáez
valoró lo vivido indicando que “las actividades preparadas para los niños
estuvieron muy buenas, además de lo que fue salir a explorar de noche con
linternas y encender fogata”.
Para
Marcelo Bailey, apoderado de quinto, las actividades fueron “gratas sorpresas
que fueron transformando una jornada de piscina en una instancia maravillosa
para compartir con otras familias”. “(…) las piscinas, el cine al aire libre,
la fogata, los telescopios para ver las estrellas, los marshmallows asados, el
kiosquito con múltiples cositas ricas (desde helados hasta sándwiches), la lota
familiar con premios retro y tanta cosa que transformaron una salid normal en
una jornada excepcional e inolvidable”.
Uniéndose a
otras voces, la apoderada Mabel Jara, hizo un llamado a que “espero se repita
el próximo año con dos días”. Marcelo Bailey nos contó que ya se encuentran
“esperando una próxima convocatoria, porque actividades como esta deben seguir
realizándose. Le hace bien a nuestra comunidad y nos enseña a crear una mejor
sociedad”. Y sí, ya estamos trabajando para volver no el próximo año, sino que,
en la próxima primavera, este mismo 2025. ¿Te unirás? ¡Nos vemos!
El Campo
Batuco es un recinto que la Asociación de Padres de Familia coloca al servicio
de la comunidad interna y externa del Instituto de Humanidades Luis Campino,
diseñado y equipado para desarrollar actividades de extensión propias del
colegio, en los ámbitos académico, pastoral, recreacional e institucional, así
como de intercambio y extensión dentro de las redes a las que pertenece el
Instituto y la comunidad de Batuco.